El puente peatonal que iba a mejorar la movilidad peatonal, entre los barrios Antonia Santos y La Salle, en Bucaramanga, se convirtió en una trampa casi mortal que ha ocasionado más de 15 accidentes en los últimos meses. Así lo denunciaron los habitantes de estos dos sectores.
Según la comunidad, el consorcio encargado de la construcción del tercer carril, sobre la autopista a Floridablanca, dejó la obra a medias y en lugar de rampa y escaleras de acceso, construyó unas escaleras de tabla.
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“Es un peligro de que uno se pueda caer golpear y uno que sube con niños es un peligro”, manifestó Kelly Gutiérrez, residente del barrio La Salle.
Para César Escobar, afectado por el deficiente estado del puente, esta situación se puede convertir en una tragedia.
“No tenemos que esperar a que, de pronto, ocurra una desgracia para ponerle atención a lo que durante tanto tiempo hemos nosotros venido recalcando", aseveró.
La Gobernación de Santander, que contrató la obra, manifestó que la parálisis se produjo por falta de permisos ambientales, pero que culminarán el puente en 2 meses.
Al respecto, el secretario de Infraestructura departamental, Carlos Díaz, aseguró que adecuarán, provisionalmente, una rampa metálica para que la ciudadanía la utilice, mientras instalan la definitiva.
La administración departamental debe adicionar $7.000 millones a las obras complementarias y de mantenimiento a la ampliación del tercer carril a Floridablanca, en el que está incluido este puente peatonal.
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