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La rabia es una de las enfermedades virales más mortales, tanto para animales como para seres humanos, y se propaga principalmente a través de mordeduras de animales infectados. A lo largo de los años, ha sido identificada como una de las enfermedades zoonóticas más peligrosas, es decir, aquellas que se transmiten de los animales al ser humano.
Aunque su letalidad es alarmante, la buena noticia es que la rabia puede ser prevenida mediante la vacunación, tanto en animales como en personas que hayan estado expuestas al virus.
El virus de la rabia afecta al sistema nervioso central y puede llevar a la muerte si no se trata a tiempo. Los primeros síntomas suelen ser inespecíficos, lo que puede dificultar su detección temprana.
Las personas infectadas pueden experimentar debilidad general, fiebre, malestar y dolor de cabeza. A medida que avanza la enfermedad, es común que la picazón o molestias aparezcan en el lugar de la mordedura. Uno de los signos más característicos es la hidrofobia, o miedo intenso al agua, lo que indica una fase avanzada de la infección.
La mejor manera de evitar la rabia es mediante la vacunación preventiva en animales, principalmente en mascotas como perros y gatos, que son los que están en contacto más cercano con las personas. "Vacunar a los perros y gatos contra la rabia no solo los protege a ellos, sino también a nosotros y a nuestras familias, especialmente a los niños", explica Gabriel García, médico veterinario y gerente técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Colombia.
La vacunación post-exposición también es crucial. Si una persona ha estado en contacto con un animal infectado, debe recibir las vacunas adecuadas lo antes posible para prevenir el desarrollo de la enfermedad. Este tratamiento, conocido como profilaxis post-exposición, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
La Organización Mundial de la Salud estima que el 99% de los casos de rabia en humanos provienen de mordeduras de perros infectados. Cada año, se registran aproximadamente 59,000 muertes debido a esta enfermedad a nivel mundial, y cerca del 40% de las víctimas son menores de 15 años. Estas cifras subrayan la necesidad de una mayor concienciación y acción en torno a la vacunación de mascotas.
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La prevención de la rabia va más allá de una simple vacuna. Las visitas regulares al veterinario, el mantenimiento de un esquema de vacunación adecuado y la desparasitación interna y externa son esenciales para garantizar la salud tanto de las mascotas como de las personas que conviven con ellas. Esto es especialmente importante cuando se trata de enfermedades zoonóticas que pueden poner en riesgo la vida de todos los miembros de una familia.
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