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María Elena López, arquera del Barrio Girón de Santander en el Baby Fútbol, está viviendo su segunda experiencia en el torneo, sin embargo, sigue igual de sorprendida.
"Es (una experiencia) muy grande porque he luchado mucho por estar acá y gracias a Dios lo logré", señala sonriente por jugar su segundo Baby Fútbol de manera consecutiva.
Su historia, es particular, pues comenzó tapando en el microfútbol y luego pasó a ser jugadora de campo en fútbol, antes de terminar, nuevamente, metida debajo de los tres palos.
"El arquero de mi equipo se salió y mi padrastro me metió como arquera, dijo que yo era muy buena y me vio futuro", cuenta la pequeña María Elena, quién porta en su dorsal el número uno.
Cuenta, además, que empezó a meterse a una cancha "desde lo cinco años", jugando incluso en equipos masculinos, y explica que lo que no terminó de convencerla de quedarse en el microfútbol fue que le "pegaban muchos balonazos muy duros".
María Elena afirma que, en el viaje desde Girón hacia Medellín, todas iban "contentas y algo nerviosas" en el bus, esperando a que llegara la hora del debut. Hoy, habiendo dejado esos nervios atrás, sueña, primero, con ser campeona "y en un futuro ser arquera profesional".
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Finalmente, con dos Baby Fútbol vividos, invita a quienes sueñan con llegar algún día a jugar en la Marte 1 a "que luchen por sus sueños, no se rindan y a pesar de los bajones, no dejen que nadie las critique".
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