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Los analistas de Goldman Sachs apuntan a que probablemente el mercado petrolero entre en déficit este mismo mes de mayo a causa del constante aumento de la demanda y el descenso de la producción.
Entre los efectos inesperados, Goldman Sachs cita al devastador incendio forestal en Canadá, que le obligó hace unos días a paralizar parte de su producción de crudo, así como los ataques a oleoductos de Nigeria o los problemas de suministro en Libia, que provocarán un déficit en la oferta en la segunda mitad de este año.
Estos hechos han llevado al banco a elevar sus previsiones para el barril de WTI, desde los US$45 que estimaba en marzo a los US$50 dólares el barril para la segunda parte de 2016.