Miles de personas llegaron este viernes, 15 de diciembre, al estadio Nemesio Camacho El Campín de Bogotá para vivir una noche mágica gracias a Carlos Vives. El samario cumplió y superó las expectativas de todos con un show inolvidable, que además tuvo un excelente montaje e invitados especiales que dejaron sorprendido a más de uno.
Pese a la fría noche que ofrecía Bogotá, el calor lo puso Carlos Vives con sus clásicos de la provincia que empezaron a entonarse en el cielo capitalino desde las 10:30 de la noche cuando él pisó el escenario y de inmediato rompió la voz de más de unos con sus clásicos.
Previo al show, Vives y su equipo prometieron un montaje único en el país de luces que sin duda no decepcionó, pues mientras se daba el concierto los colores tiñen el ritmo y el mensaje que él ponía en cada una de sus letras. Algunas manillas fueron entregadas entre el público que apoyaron al mensaje que tenía al artista en el escenario.
Carlos Vives no estuvo solo durante el show, sino que compartió junto a grandes personajes colombianos en el escenario. Primero invitó a un grupo selecto de protagonistas del fútbol colombiano, como lo son René Higuita, Faustino Asprilla, Alberto Gamero, Omar Pérez, Faryd Mondragon, entre otros, que se subieron a cantar junto al samario y joven Camilo, quien también apareció como uno de los invitados sorpresa.
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Pero es que Camilo no fue la única sorpresa, sino que también aparecieron Andrea Echeverry para cantar el mítico 'Bolero Falaz' de Aterciopelados, o Juanespara entonar una vez más 'La Tierra' de su etapa en la banda de Ekhymosis. Además, Vives enalteció la carrera de algunos compañeros musicales en su vida por el vallenato y la provincia que "lo inspiró".
O la invitación a grandes personajes del ciclismo colombiano como los son 'Rigo', Lucho Herrera o Fabio Parra, que recibieron una serenata de Carlos Vives ante un inmenso público capitalino. La única que hizo falta al hablar de bicicletas fue Shakira, que, aunque era casi imposible su aparición, los fans en las tribunas aclamaban su nombre.
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Incluso hubo un espacio para que Carlos Vives cantara junto a su hija, que por poco lo hace soltar un de par de lágrimas. Sin duda uno de los mejores momentos de su carrera, según lo dejó saber en el escenario.
Fue un concierto lleno de emociones para Carlos Vives, que sin duda cumplió con el objetivo de recorrer los 30 años de la provincia entre amigos, recuerdos y muy buena música. "Qué viva Bogotá, qué viva Colombia", fue el grito que más repitió el samario en El Campín.
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