Atado en una silla, con golpes por todo el cuerpo, fue hallado sin vida en su residencia el pensionado Armando Salas Senior, de 74 años, en el barrio San Roque, centro de Barranquilla, a quien sus vecinos reconocían como un hombre dedicado a la religión y que había sido sacerdote.
El cuerpo no presentaba heridas de bala o arma blanca evidentes, pero las autoridades tienen claro que se trató de un homicidio. Habitantes del sector descubrieron el cadáver en la tarde de este miércoles, extrañados por no tener noticias de su vecino, y dieron aviso a la Policía.
Todas las hipótesis están siendo investigadas, pero cobra fuerza la del hurto, ya que faltaban varios de los electrodomésticos de la víctima.
Salas Senior era un docente pensionado, muy apreciado en el barrio ya que era un hombre devoto de Dios, dedicado a la religión, al que llamaban "el Padre".
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Esta persona celebraba actos religiosos en su vivienda y ayudaba a los habitantes de la calle.
"Fue sacerdote hasta hace 25 años, terminando su servicio en la orden de los franciscanos. Hay indicios de un hurto, pero manejamos dos hipótesis", dijo el comandante de la Policía Metropolitana, general Ricardo Alarcón, sin revelar más detalles.
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La última vez que sus vecinos lo vieron con vida fue hacia las 6:00 de la mañana del miércoles.
De acuerdo con los registros oficiales, septiembre ha sido el mes más violento del año en Atlántico en materia de homicidios con 64 casos, 34 de ellos en Barranquilla y 30 en municipios.
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