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La Agencia Nacional de Tierras (ANT) restituyó los predios Niña Luz, El Aguardiente y La Ceniza a tres familias que habían sido despojadas de esas tierras por grupos paramilitares, en la vereda California del municipio de Turbo, uno de los lugares más valorizados del Urabá antioqueño.
Tras un proceso jurídico de seis años, las familias recuperaron los predios que inicialmente ocuparon en el año 1984, pero de los que fueron despojados entre 2001 y 2003.
Este despojo se llevó a cabo por el entonces Comandante de las AUC Raúl Emilio Hasbún, quien fue el encargado de cobrarle a los campesinos por las tierras.
"Esta restitución es emblemática porque demuestra el vínculo que existió entre empresarios bananeros y grupos paramilitares para el despojo de tierras en Urabá", expresó Gerardo Vega director de Fundación Forjando Futuros.
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Vega asegura que fue en estos predios que "la multinacional Chiquita Brands cobraba a los bananeros un centavo por cada caja de banano exportada para los grupos paramilitares a través de las convivir".
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En Urabá se han presentado 6.385 solicitudes ante la Unidad de Restitución de Tierras, de las cuales se han rechazado el 65% y solo se han resuelto 318 casos, según cifras de la Fundación Forjando Futuro.
Si bien este es un triunfo para los procesos de restitución, las familias temen por su seguridad. "Siento miedo y tristeza por cualquier represalia que pueda haber en contra de mi o mis hijos", dijo la señora Marta Cecilia Julio a quien se le entregaron las escrituras del predio Niña Luz.
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