La solidaridad de los antioqueños, la atención médica que recibieron y, ante todo, el apoyo de sus familias, fueron los elementos necesarios para que un año después del accidente, los sobrevivientes sonrían de nuevo y recuerden el trágico hecho como una nueva oportunidad de vida.
Para los tres futbolistas, uno de sus mayores anhelos era volver a pisar las canchas, como ya lo hicieron Alan Ruschel y Helio Neto, quienes pese a sufrir graves lesiones, tuvieron una exitosa recuperación.
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El arquero Jackson Follmann vivió otra historia. El impacto que le causó la pérdida de su pierna derecha quedó en el pasado y ahora con su prótesis volvió a entrenarse con la pelota en el Arena Condá. Durante una de sus visitas a Medellín, el joven de 25 años reiteró su agradecimiento con lo antioqueños.
Quien también visitó de nuevo Medellín fue el periodista Rafael Henzel, pues regresó a su oficio y el 20 de junio de este año lanzó el libro “Vive como si cada día fuera el último”.
Para la boliviana Ximena Suárez, única mujer que sobrevivió al accidente, aún es difícil recordar aquel momento. Ella ha regresado al modelaje como terapia para recuperar la seguridad y poder volver a sus actividades como auxiliar de vuelo. Así lo reportó el medio de comunicación boliviano ATB Digital.
Que nunca lloró sabe el valor de una sonrisa pic.twitter.com/NZRslMPHMr
— Ximena Suárez (@XimenaSuarezott) November 9, 2017
Erwin Tumiri, el mecánico y técnico el avión que salió casi ileso del accidente, es quien más le ha agradecido a Dios haber sobrevivido a la tragedia que enlutó a Suramérica. Ahora se dedica a contar su experiencia y dar mensajes de motivación en iglesias de su país Bolivia.
Durante estos doce meses los sobrevivientes han tenido encuentros con el papa, recibido múltiples homenajes y lo más importante, han podido contar su historia en diferentes partes del mundo.