Los
mandatarios locales de los municipios de Caucasia, Tarazá, Cáceres y Nechí dejaron el silencio ante la contingencia en Hidroituango. A través de una carta enviada a los responsables del proyecto y a la Procuraduría, solicitan que también sean incluidos en las decisiones, afirman que no han recibido dinero y por el contrario, la economía se ha visto afectada.
“El comercio está acabado, la parte hotelera, el tema bancario,
la gente está cerrando establecimientos”, dijo el alcalde de Caucasia, Óscar Aníbal Suárez. Los habitantes reclaman más atención por parte de las autoridades,
no solo con ayudas humanitarias sino con información real de lo que está pasando, pues no están durmiendo tranquilos con el miedo de tener que salir corriendo de nuevo. Las poblaciones, se sienten rechazadas por EPM y el gobierno departamental.
“A los de río arriba les construyeron escuelas, viviendas, les dieron participación sin empezar el proyecto.
A los de río abajo no nos habían hecho nada y ya estamos afectados”, expresó.
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Ya el panorama es muy diferente al de hace un mes. El comercio cerró, los niños sin estudio,
padres preocupados ante una emergencia, hoteles sin turistas, el precio de los alimentos se ha duplicado. Y ahora, aunque l
a carretera que transita por esos municipios hacia la costa Atlántica está cerrada totalmente, los habitantes que la usaban para transito interno también están afectados.
Un derrumbe que tapó totalmente la
vía en el municipio de Valdivia afectó a los barrios El Templete y Palmarito, que habían sido evacuados. Debido a la inestabilidad del terreno, Invías no ha podido retirar los escombros.
Frente a la evolución en el proyecto, el gerente general de EPM, Jorge Londoño, afirmó que
este jueves se inició con el sellado del túnel que se encuentra al lado del vertedero y se espera que esté listo este fin de semana. El túnel de desviación que generó la emergencia el pasado 12 de mayo estaría totalmente sellado en dos meses.