Me cayó el agua sucia: Dayro Moreno se defiende tras ser despedido de Nacional

Esta semana, la salida del jugador Dayro Moreno estremeció a la hinchada de Atlético Nacional. Días después de andar en boca de todos, dio declaraciones al periódico El Tiempo, donde habló sobre la polémica actuación con el jugador Jeison Lucumí y otras críticas en las que se la ha acusado de excesos e indisciplina.

Para Dayro, lo que ocurrió con su compañero en la cancha sucede también en las grandes ligas y asegura que todo lo hizo por el “beneficio del grupo”. Agrega que todos malinterpretaron su reacción cuando terminó el partido y se fue para el camerino.

“Cuando termina el partido y yo arranco a correr para el camerino para hablar con Lucumí, entonces lo tomaron de otra manera: que de pronto yo lo iba a agredir, que iba a formar más cosas. Usted sabe que en el fútbol el camerino es privado, las cosas se arreglan allá y eso queda para nosotros. Cada uno tiene la decisión de pensar lo de cada uno”, afirmó en la entrevista.

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Respecto a la decisión que tomaron las directivas de Atlético Nacional, indicó que la respeta, pero no la comparte porque considera que faltó diálogo. Añadió que se siente triste porque tenía cariño por el equipo y le duele que la opinión sobre él cambió a raíz de este hecho.

“Hace ocho días era lo mejor, era el goleador, pero con una cosa que pasó ahora resulta que soy el peor para todo el mundo. Eso sí me duele un poquito”, expresó a El Tiempo.

En cuanto a las faltas de indisciplina que han salido a relucir, se defendió diciendo que nunca faltó a un entrenamiento y relata que una de las ocasiones en las que tomó previo a su rutina fue en el cumpleaños de su esposa, donde se tomó “un traguito”, situación que según él, no afectó su práctica deportiva.

“Yo soy una persona que digo las cosas como son. Obvio, yo tuve un pasado, fui joven, la fama. Obvio, tengo antecedentes de lo que la gente dice, que borracho, que todo eso, pero ahora con una familia, mi esposa, mis hijas, soy una persona de casa”, afirmó.

Por ahora, el futbolista, que dice sentirse triste, pero tranquilo, está atento a las ofertas que pueden llegar en cualquier momento.