Con 16 cilindros cargados de explosivos pretendían atentar contra erradicadores de cultivos ilícitos en Tarazá. Un perro llamado ‘Martín’ halló la caleta ubicada con siete recipientes cargados con pólvora, metralla y ácido.
Según la Policía, un obstáculo en el camino señalado con marcas en un árbol el cual, al parecer, indicaba la presencia de una caleta o un campo minado, alertó a los uniformados, lo que generó la revisión del canino antiexplosivo que finalmente halló el material bélico.
En el mismo sitio, pero en canecas plásticas se encontró ácido acético, ACPM, gasolina y nitrato de sodio. En unas cajas de cartón había, además, vidrio picado y tachuelas.
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La investigación de las autoridades señala que estos artefactos explosivos artesanales serían utilizados para atacar a los uniformados que desarrollan un trabajo permanente de erradicación manual contra los cultivos de coca y la resiembra, además indica que pertenecerían al frente ‘Héroes de Tarazá’ del ELN.
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