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¿La arquitectura colombiana realmente respeta los espacios verdes?

El arquitecto Manuel Alejandro Rogelis estuvo en Blu Verde para discutir la situación actual de la arquitectura en el país y sus dos principales vertientes.

280926_BLU Radio. Medellín / Foto: AFP
BLU Radio. Medellín / Foto: AFP

Según el experto, en Colombia ya hay “una arquitectura que tiene en cuenta las condiciones naturales, del entorno”, en referencia a la arquitectura pública.

 

En cambio, la arquitectura privada, “de constructoras, la que realmente construye el territorio, está lejos de pensar un desarrollo sustentable en torno a los territorios y las riquezas naturales”.

 

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En esta lo que importa es “replicar las torres de constructora, que no tienen en cuenta, en ningún sentido, las condiciones contextuales de cada región”.

 

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Rogelis, sin embargo, hizo la salvedad que la arquitectura estatal que respeta los espacios y el entorno se ve en “propuestas de equipamientos como bibliotecas o los proyectos que se han hecho en Medellín, que son de una arquitectura mucho más contemporánea y más sensible a las condiciones naturales”.

 

Pero lo que construye realmente el territorio, añade, es la vivienda de interés social, de interés prioritario: “Las constructoras construyen el territorio porque son la mayor cantidad de construcciones, y efectivamente no tienen en cuenta los contextos naturales ni culturales de cada región".

 

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Por eso Rogelis desarrolla un proyecto en Armenia “que parte de una visión alrededor de lo que está pasando en esa región. Las ciudades intermedias, tipo Armenia, cada vez están cogiendo más fuerza como posibilidades de desarrollos inmobiliarios”.

 

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La capital del Quindío está “disparada en crecimiento”, cuenta el experto, porque “reúne unas condiciones geográficas muy importantes, pero lo que la hace distinta es que, según estándares internacionales, tiene 31 metros cuadrados de zonas verdes por habitante, mientras Bogotá tiene 6,3. El estándar internacional para una calidad de vida mínima es 15 metros cuadrados”.

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