El peligroso hábito que daña la batería de un carro eléctrico: pasa inadvertido y parece seguro
Hacer constantemente esto podría representar un riesgo silencioso que a largo plazo termine costando caro, según expertos en Mecánica Automotriz.
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Cada vez más conductores, no solo en Colombia, sino en el mundo, se suman al uso de carros eléctricos por sus ventajas medioambientales y de ahorro, adopción que es respaldada por los datos de este 2025, que se va graduando como el mejor para la compra de este tipo de vehículos.
Sin embargo, muchos desconocen que un hábito aparentemente inofensivo —e incluso promovido por razones de tiempo y comodidad— podría estar acortando la vida útil de sus carros. Se trata del uso frecuente de la carga ultra rápida.
¿Es malo la carga ultra rápida de la batería de un carro eléctrico?
Nicolás Giraldo Peralta, decano de la facultad de Ingeniería Mecánica y Electrónica de la Universidad Antonio Nariño y experto en Mecánica Automotriz, explicó en entrevista con Blu Radio que abusar de esta modalidad de carga puede tener efectos negativos sobre la batería, el componente más costoso y crucial de un vehículo eléctrico.
“Cuando uno usa frecuentemente la carga ultra rápida en vehículos, digamos que uno acelera el proceso de degradación de la batería de manera natural”, advirtió Giraldo.
Este fenómeno se debe a las propiedades de las baterías de iones de litio, que también están presentes en dispositivos como los celulares. A medida que se utilizan y recargan, estas baterías van perdiendo capacidad de manera progresiva.
¿Por qué la carga ultra rápida daña la batería de un carro eléctrico?
“El proceso de carga y descarga en las baterías de iones de litio va haciendo que la batería no recargue a la misma capacidad que tenía como cuando estaba nueva”, explicó Giraldo. Y añadió que esto se agrava cuando se usa carga ultra rápida debido a la generación de calor durante el proceso.
“Cuando se carga ultra rápidamente se produce más calor que cuando se carga a una velocidad convencional”, afirmó.
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Este aumento de temperatura puede ser perjudicial para los componentes internos de la batería, dependiendo de factores como la química de la celda, los sistemas de gestión térmica y el hardware del vehículo.
Si bien las tecnologías han evolucionado para mitigar estos efectos, aún no son suficientes para contrarrestar completamente los daños por el uso excesivo de cargas rápidas.
Frente a esta situación, Giraldo fue claro con su recomendación para los usuarios de vehículos eléctricos:
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“Finalmente el consejo que podría dar es usarla moderadamente, o sea, no usar todo el tiempo la modalidad de carga ultra rápida, sino más bien de manera más frecuente cargar la batería a una velocidad convencional para que este proceso de carga no degrade la batería tan rápidamente”, concluyó el experto.
En resumen, aunque la carga ultra rápida es útil en momentos puntuales, recurrir constantemente a ella podría representar un riesgo silencioso que a largo plazo termine generando costos elevados en mantenimiento o reemplazo de batería.