El cadáver de la víctima, una auxiliar de enfermería de 46 años, apareció en la playa de Marbella (sur de España ) en enero de 2023, decapitado, sin manos y con una gran incisión en el abdomen, que hizo el acusado para conseguir que se hundiera y evitar que pudiera ser identificada.
El procesado también fue condenado a seis meses de prisión como autor responsable de un delito de quebrantamiento de condena ya que días antes del crimen, un Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Marbella lo había condenado por maltrato a su expareja.
En los hechos probados se indica que el acusado, que controlaba a la víctima y hacía ver "su creída superioridad sobre la misma", actuó "con expreso desprecio" hacia ella, pues "no solo le ocultó que estaba casado sino que además le agredió en otras ocasiones", lo que motivó denuncias y procedimientos penales que él "no toleró que hiciera".
En la sentencia se destaca que incluso una vez muerta, siguió con ese sentido de la dominación y desprecio hacia la mujer al quitarle la ropa y cortarle la cabeza y las manos, "incluso rajándole el abdomen como si de una cosa se tratara".
El condenado mantuvo una relación sentimental con la víctima durante siete meses y en la mañana del 8 de enero de 2023 solicitó a un compañero de trabajo que le llevara a las inmediaciones de un centro religioso, donde ella acudía cada domingo.
Tras verla, entabló una conversación con ella, que accedió a acompañarlo; se dirigieron a una playa cercana, mantuvieron relaciones sexuales y tras finalizar, "con ánimo de acabar con su vida, de manera sorpresiva", la agarró por el cuello cuando se encontraba de espaldas y sin posibilidad de defenderse, la asfixió y le provocó la muerte.
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A continuación, el agresor la decapitó con un cuchillo y arrojó al mar los restos.
El mismo día que apareció en el mar, los familiares de la mujer creyeron reconocerla en unas imágenes del cadáver mutilado que circulaban a través de redes sociales, por lo que denunciaron su desaparición y advirtieron que era víctima de violencia de género.
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La Policía española detuvo al hombre inicialmente por quebrantar las medidas cautelares de alejamiento, pero de forma espontánea confesó los hechos. EFE
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