“El dolor no tiene fronteras”: colombianos se unen a flotilla humanitaria rumbo a Gaza
Un grupo de colombianos emprendió viaje hacia Gaza en una misión internacional que busca visibilizar la crisis humanitaria en la región.
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Este martes 26 de agosto de 2025, en entrevista con Mañanas Blu, la caleña Manuela Bedoya, integrante del Movimiento Global a Gaza y parte de la delegación colombiana en la flotilla Global Sumud, confirmó que ciudadanos de 42 países zarparán hacia la Franja de Gaza en una misión humanitaria. Su propósito: llevar alimentos, medicamentos y visibilizar la crisis que viven los palestinos bajo el bloqueo israelí.
Bedoya, quien sufrió en carne propia el conflicto armado en Colombia, resumió el espíritu de la misión en una frase: “El dolor no tiene fronteras”. Con esas palabras, explicó que la iniciativa busca tender puentes de solidaridad entre pueblos que han experimentado la guerra y la pérdida.
La flotilla, que saldrá el próximo 31 de agosto desde distintos puertos de Europa y África, estará conformada por más de 55 barcos. Aunque no cuentan con garantías de seguridad por parte de Israel, los organizadores confían en la protección que da la visibilidad internacional.
Durante el trayecto, transmitirán en vivo sus movimientos, buscando que la opinión pública mundial se convierta en un escudo frente a posibles ataques.
En la delegación colombiana participan hombres y mujeres que, de manera independiente y sin apoyo estatal, se han sumado a esta causa. “Somos personas civiles organizadas que entendemos el sufrimiento del pueblo palestino, porque también venimos de una historia de guerra y dolor”, señaló Bedoya.
Más allá de la entrega de ayuda humanitaria, el objetivo central de la travesía es romper simbólicamente el bloqueo y enviar un mensaje político: la sociedad civil global no se quedará callada frente a lo que denominan un genocidio.
“En Gaza se vive una limpieza étnica y una crisis de hambre irreversible. Han bombardeado hospitales, escuelas y refugios. Nuestro llamado es a que el mundo rechace este exterminio físico y cultural”, enfatizó la activista.
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La flotilla reúne defensores de derechos humanos, periodistas y activistas de todo el mundo. Para la delegación colombiana, que ya intentó llegar a Gaza en junio pasado a través de Egipto sin éxito, esta misión es también la continuidad de un compromiso ético y político: no detenerse hasta visibilizar la situación.
La participación de los colombianos es completamente autogestionada. Han organizado campañas y recolectas para financiar los gastos de viaje, seguridad y donaciones. Bedoya invitó a quienes quieran solidarizarse a seguir sus redes oficiales, apoyar económicamente la misión y, sobre todo, mantener viva la conversación sobre Palestina.
“Más allá de llegar o no, este es un acto de resistencia civil frente al silencio de los estados cómplices. Lo que buscamos es que Gaza no quede en el olvido”, concluyó.
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