Una carta manuscrita es el medio por el que el papa Francisco ha horado los 600 años de historia de los comisarios de Tierra Santa, reconocidos oficialmente por el papa Martín V en 1.421 como el puente entre el mundo y la Custodia en Jerusalén.
"Apoyo y bendigo este precioso servicio y espero que pueda ser cada vez más una semilla de fraternidad", expresó el papa Francisco en la misiva fechada el 2 de febrero y enviada a fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, que hoy se hizo pública.
"Después de todos estos siglos, la misión de los comisarios sigue siendo actual: apoyar, promover y desarrollar la misión de la Custodia de Tierra Santa, haciendo posible una red de relaciones eclesiásticas, espirituales y caritativas que tengan como eje central la tierra donde Jesús vivió", remarcó el papa.
Decenas de franciscanos, repartidos por más de 40 naciones, canalizan actualmente las donaciones, promueven iniciativas de oración y sensibilización por la paz y acompañan a peregrinos a los lugares sagrados de Tierra Santa.
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“Les agradecemos muy sinceramente sus palabras de afirmación y aliento”, respondió Patton al mensaje del papa que leerá el próximo 15 de febrero en una misa en el Santo Sepulcro de Jerusalén, "en memoria de todos los bienhechores y para agradecer la labor de los comisarios".
Según los registros, las comisarías de Nápoles, París y Viena se fundaron en el siglo XVII y sorprende la constitución de una en Buenos Aires a principios del siglo XVIII.
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Estas se encargaban de recoger los bienes franciscanos que luego los padres comisarios transportaban a Jerusalén.
El comisario flamenco, Frans Cornelissen (1943-2006), contribuyó con una colección de 206 iconos antiguos para la Custodia, y más recientemente el emérito de Viena, Stanislao Bertagnolli, financió la creación de ocho órganos para los principales santuarios de Tierra Santa.
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