El papa León XIV llama a los pueblos gitanos a ser protagonistas del cambio de época
El pontífice pidió reconocer el valor de su cultura y superar la exclusión histórica que han sufrido
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El papa León XIV volvió a pronunciar un mensaje lleno de humanidad y reflexión, esta vez dirigido a los pueblos gitanos, romaníes, sinti y caminantes, quienes se reunieron en el Vaticano para celebrar su Jubileo. Durante su intervención, el pontífice los invitó a ser “protagonistas del cambio de época” y a mantener viva la esencia de su cultura, pese a los siglos de marginación que han enfrentado.
“Durante casi mil años habéis sido peregrinos y nómadas en un contexto que ha ido construyendo modelos de desarrollo que se han revelado, en muchos aspectos, injustos e insostenibles”, afirmó León XIV, al reconocer que las sociedades modernas han excluido sistemáticamente a estas comunidades, relegándolas a los márgenes de la vida urbana, los derechos, la educación y la cultura.
El papa reflexionó sobre cómo ese mismo modelo económico y social que dejó atrás a los pueblos gitanos es el que hoy genera las mayores desigualdades en el mundo. “Es el mismo que ha producido crisis financieras, desastres medioambientales y guerras”, dijo, destacando que su ejemplo de resiliencia puede inspirar a una sociedad más justa y solidaria.
Durante el encuentro, León XIV hizo un llamado a que los pueblos gitanos no solo sean vistos como víctimas del sistema, sino como actores fundamentales en la construcción de un mundo más humano. “Vuestra presencia en las periferias de Occidente es un signo de referencia para eliminar muchas estructuras de pecado”, aseguró.
El pontífice recordó también las palabras de Benedicto XVI en 2011, quien definió a los gitanos como un pueblo sin nacionalismos ni ansias de dominio. Siguiendo esa línea, León XIV los animó a “liberarse de la tentación de la posesión” y a continuar siendo “itinerantes en el Espíritu, pobres de espíritu y, por eso, bienaventurados”.
Asimismo, resaltó el profundo vínculo que estas comunidades tienen con la naturaleza, al considerarlo una forma de sabiduría que el progreso moderno ha olvidado. “Las etnias que han desarrollado un tesoro cultural ligado a la naturaleza perciben nuestras sombras, que no reconocemos en medio del supuesto progreso”, expresó el papa.
En el cierre de la audiencia, León XIV respondió preguntas de varios niños, entre ellas una que lo conmovió especialmente: “¿Podremos crecer en un mundo sin guerra?”. El pontífice contestó que alcanzar esa meta solo será posible si la humanidad aprende a dialogar, respetarse y trabajar unida por un futuro más digno.
“Espero que algún día vivamos en un mundo donde reine la paz y donde todos podamos vivir con dignidad”, concluyó.
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El mensaje del papa León XIV fue recibido con emoción por las comunidades presentes, que aplaudieron sus palabras como un reconocimiento histórico a su lucha contra la exclusión y su aporte a la diversidad cultural del mundo. Con su llamado, el pontífice recordó que la verdadera transformación comienza cuando cada pueblo, sin importar su origen, se siente parte del cambio.