Elecciones en Chile: Segunda vuelta entre Jara y Kast marcha sin problemas
Desde 2006, Chile ha vivido una alternancia constante entre izquierda y derecha, y ningún presidente ha entregado el mando a un sucesor de su mismo sector.
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La segunda vuelta presidencial en Chile comenzó este domingo sin contratiempos y con un despliegue electoral que cubre todo el país. Desde temprano, 3.379 locales de votación y más de 40.400 mesas abrieron sus puertas para recibir a los más de 15,6 millones de ciudadanos llamados a votar de manera obligatoria y definir quién será el sucesor del presidente Gabriel Boric.
El balotaje enfrenta a dos figuras con visiones opuestas de país: Jeannette Jara, candidata de una amplia alianza progresista, y José Antonio Kast, líder del Partido Republicano y referente de la ultraderecha chilena. La jornada avanza con normalidad y bajo la expectativa de una definición clave para el rumbo político del país.
El proceso electoral se ha desarrollado sin incidentes relevantes, según los primeros reportes oficiales. La votación es obligatoria, lo que ha impulsado una alta participación desde las primeras horas del día.
Algunos datos clave de la jornada:
Las autoridades electorales esperan entregar los primeros resultados pocas horas después del cierre, lo que permitirá conocer rápidamente al nuevo presidente.
José Antonio Kast, de 59 años, llega a esta segunda vuelta como favorito, de acuerdo con analistas y sondeos previos a la veda electoral. Tras obtener el 23,9 % en la primera vuelta, logró sumar el respaldo de sectores de la derecha tradicional y del ultraderechismo libertario, lo que le permitiría superar el 50 % de las preferencias.
Su campaña se ha concentrado casi exclusivamente en temas de seguridad y migración, las principales preocupaciones ciudadanas según las encuestas. Kast ha evitado profundizar en asuntos sensibles como sus posturas ultraconservadoras o su visión sobre el legado de la dictadura de Augusto Pinochet.
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Jeannette Jara, de 51 años, ganó la primera vuelta con el 26,9 % de los votos y es la candidata única de una inédita coalición que va desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana. Su reto ha sido ampliar su base electoral, en un contexto marcado por el desgaste del actual gobierno y el persistente anticomunismo en parte del electorado.
Quien resulte electo asumirá el poder el próximo 11 de marzo con un Congreso fragmentado. El bloque de derecha y ultraderecha está a solo dos diputados de la mayoría, mientras que los votos del Partido de la Gente serán decisivos para aprobar reformas.
Desde 2006, Chile ha vivido una alternancia constante entre izquierda y derecha, y ningún presidente ha entregado el mando a un sucesor de su mismo sector. Este balotaje no solo define un nombre, sino también el tono político de los próximos años en el país.