Los datos que quizás no sabía sobre el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte
Corea del Norte efectuó el domingo su sexta prueba nuclear, la más potente hasta la fecha, pero que deja muchas incógnitas detrás de sí.
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El régimen de Corea del Norte aseguró este domingo haber detonado una bomba de hidrógeno o termonuclear, de "una potencia sin precedentes" y que se puede instalar en sus nuevos misiles intercontinentales.
Los expertos lo creen probable, aunque no existe confirmación. Estas bombas son mucho más potentes que las atómicas, que Pyongyang ya ha probado anteriormente.
La energía generada por el ensayo de este domingo, el sexto de Corea del Norte, provocó un sismo de magnitud 6,3, según los servicios de meteorología surcoreanos, entre cinco y seis veces más que el temblor que provocó el test anterior, en septiembre en 2016.
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Entonces, el régimen de Pyongyang no dijo que se tratara de una bomba de hidrógeno y el sismo que provocó fue de magnitud 5,3 con una descarga de 10 kilotones, menos que el de la bomba de Hiroshima, de 15 kilotones.
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Corea del Norte realizó su primer ensayo nuclear en 2006. En enero de 2016, cuando hizo el cuarto, aseguró haber probado con éxito una bomba de hidrógeno, pero los expertos lo pusieron en duda por la debilidad de la explosión, de solo seis kilotones.
El régimen norcoreano afirmó este domingo que el ensayo constituye "una ocasión muy importante porque alcanza el objetivo final de completar la fuerza nuclear del Estado", lo que podría significar que se trata del último test.
"Creo que el Norte ha llegado a un estadio en el que no necesita proceder a más ensayos. No tendrían ningún sentido", dijo a la AFP Koo Kab-Woo, profesor de la universidad de Estudios norcoreanos de Seúl.
Según Cha Du-Hyeogn, del Instituto de estudios políticos Asan en Seúl, las pruebas son una demostración de fuerza frente a Estados Unidos. "Todos los ensayos tecnológicos pueden ser interpretados como un juego de póker", asegura.
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Los analistas están divididos entre si habrá nuevas provocaciones o si este nuevo ensayo nuclear será el último y abrirá la vía al diálogo.
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En julio, Corea del Norte realizó con éxito dos test de misiles balísticos intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés), el Hwasong-14, que en teoría podría alcanzar territorio estadounidense.
Pero siguen los interrogantes sobre la fiabilidad del misil y sobre la capacidad de Corea del Norte para dominar la tecnología para devolver a la atmósfera una cabeza nuclear.
Según Cha Du-Hyeogn, en los próximos meses el régimen norcoreano podría lanzar otro ICBM.
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También existe la posibilidad de que, al mismo tiempo que amplia su arsenal, Corea del Norte haga un esfuerzo diplomático con Estados Unidos, asegura el politólogo Yoo Ho-Yeol, profesor de la universidad de Corea, en Séul. Algo que podría pasar "en el momento más propicio para maximizar el impacto diplomático", asegura a la AFP.
El presidente surcoreano, Moon Jae-In, pidió "el castigo más fuerte" contra Pyongyang, con nuevas sanciones de la ONU, y dijo que Corea del Sur podría volver a negociar con Estados Unidos el despliegue en la zona de arsenal nuclear táctico, que fue retirado por Washington en 1991.
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Por su parte, Donald Trump dijo en un tuit que "las palabras y las acciones [de Corea del Norte] continúan siendo muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos".