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Las calles de decenas de cuadras en la zona de Manhattan estaban rodeadas, cercadas con rejas y custodiadas por cientos de oficiales de la Policía de Nueva York, fuerzas especiales y agentes del Servicio Secreto, dejando como una fortaleza el Museo de Historia Natural de Nueva York, donde no solo estaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sino 190 mandatarios y delegaciones de todo el mundo.
Todos menos el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien el caótico tráfico que se presenta cada año en Nueva York por la Asamblea de la ONU, le jugó una mala pasada.
Cientos de camionetas Ford Suburban cruzaban las calles a toda velocidad, incluida la caravana del presidente Petro.
La caravana de vehículos negros en la que viajaban Biden y la primera dama, Jill, llegó sobre las 7:03 p.m. hora local, (6:03 p.m hora Colombia) al museo y, una vez allí, fueron saludados por la presidenta y directora del museo, Ellen Futter y Lisa Gugenheim, respectivamente, informó la Casa Blanca.
El presidente Petro, junto con su esposa Verónica Alcocer, salieron de la residencia de la embajadora de Colombia ante la ONU, Leonor Zalabata, donde se hospedó el presidente y la delegación durante su visita a Nueva York, a las 6:45 hora local (5:45 PM hora Colombia).
Y no bastó la angustia, el despliegue policial o la charla de varios escoltas presidenciales con el Servicio Secreto y policías de tránsito, pues el presidente Petro y su esposa no pudieron llegar, ya el presidente Biden y su esposa Jill habían abandonado el recinto 20 minutos antes.
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Normalmente el recorrido en carro de la residencia de la embajadora de Colombia ante la ONU al Museos de Historia Natural son tan solo 5 minutos.
Sin embargo, la velada para el presidente Petro y su esposa se prolongó hasta poco después de las 11:00 p.m. y llegaron caminando de la mano, muy románticamente, a la residencia de la embajadora de la ONU.
El presidente de traje oscuro sin corbata y la primera dama de vestido claro largo.
En la zona donde está ubicada la residencia de la embajadora, hay varias embajadas, consulados y representaciones diplomáticas, lo que generó un caos generalizado en el sector.
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El nudo del asunto comienza como termina, la caravana del presidente Joe Biden impidió que la primera dama llegará a la oficina de la embajadora, donde el presidente la estaba esperando luego de la reunión que sostuvo con Jonas Gahr Støre, primer ministro de Noruega.
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