Chile despierta sin conocer las consecuencias del sismo de 8.3 de magnitud

de seis personas muertas y el disparo de alertas de tsunami en las poblaciones de Iquique y Arica, las más afectadas por el fenómeno. Pasada la media noche fue declarada la ‘zona de catástrofe’ por parte de la presidenta Michelle Bachelet quien habló desde el Palacio de la Moneda y confirmó la suspensión de clases en esas regiones y la visita en las próximas horas para conocer de primera mano la situación. Minutos después del fuerte temblor, que tuvo lugar a las 20:47 de la noche (6:47 p.m. de Colombia) y cuyo epicentro se situó a 89 kilómetros al suroeste de la población de Cuya, las autoridades ordenaron el desalojo de las viviendas situadas a lo largo de los 5.300 kilómetros de costa por el peligro de tsunami. Las familias que a esa hora de la noche evacuaron, contaron su drama, algunas mujeres se resguardaron en las iglesias en búsqueda de protección. Las alertas de tsunami se han venido suspendiendo con el pasar del tiempo. Los fallecidos fueron cinco hombres y una mujer que murieron a causa de ataques cardíacos y aplastamiento, según informó el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, durante uno de los primeros boletines informativos entregados después de la media noche a los medios desde la oficina nacional de emergencia (Onemi). En el boletín número 6, la alerta de tsunami activada tras el sismo de 8.3 fue levantada entre las ciudades de Antofagasta y Valparaíso, aunque las autoridades siguen en alerta por las variaciones y más de 40 réplicas presentadas después del hecho, explicó el almirante Patricio Carrasco, jefe del servicio oceanográfico de la Armada. La población de Iquique es una de las más afectadas, allí se han presentado una serie de acontecimientos desafortunados, efecto del sismo, como fue la fuga masiva de mujeres de una de las cárceles, por lo menos cuatro incendios, cortes de energía continuos, evacuaciones y caos vial, según Jorge Soria, alcalde de Iquique.