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El centro de salud San José en Villavicencio, una obra catalogada por la Contraloría General de la República como uno de los ‘elefantes blancos’ de la capital del Meta, se convirtió en el primer Centro Especializado Materno Infantil que busca mitigar el riesgo de contagio de COVID-19 a madres gestantes.
Después de 14 años, la obra fue contratada por el alcalde Felipe Harman en mayo de 2020 y, en menos de 5 meses, concluyó, contando con cuatro camas de preparación para partos, además de dos salas de parto y cuatro camas más de recuperación, un consultorio para medicina especializada, tres de medicina general y uno de promoción y prevención.
“Iniciamos el funcionamiento del Centro Especializado Materno Infantil. Inversiones que, más allá de la pandemia, le quedan a la ciudad para el beneficio de todos. Le entregamos a la ciudad un espacio para la vida, un espacio para las madres”, señaló el mandatario.
El Centro Especializado Materno Infantil fue pensado para atender y proteger a madres gestantes de la ciudad del posible contagio del COVID-19, esto respondiendo a los lineamientos del Ministerio de Salud que ordenó establecer una ruta exclusiva para la atención de mujeres embarazadas, además de garantizar que los profesionales en el área de obstreticia no tuvieran contacto con otros servicios.
“En vez de hacer inversiones temporales en medio de la pandemia lo que hicimos fue recuperar ese monumento a la corrupción y ahora le va a quedar a un sector muy vulnerable de la ciudad”, puntualizó el alcalde Harman.
El Centro Especializado Materno Infantil contará, además, con servicios de vacunación, toma de citologías, toma de muestras de laboratorio y servicio de odontología general.
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