La situación en el sur del departamento de Bolívar es crítica. Más de 7.000 familias se encuentran confinadas desde hace al menos 12 días en los municipios de Santa Rosa del Sur y Montecristo, debido al accionar violento del ELN y el Clan del Golfo. El bloqueo impuesto por estos grupos armados ha impedido el ingreso de alimentos, combustibles y servicios básicos a varias veredas, generando una grave crisis humanitaria.
La Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana al identificar el riesgo que corren comunidades enteras, especialmente en los corregimientos de La Mariposa, San Lucas, Canelos, Villaflor, Fátima y Buenavista. El llamado es urgente: se exige a los grupos ilegales cesar toda acción que ponga en riesgo la vida e integridad de la población civil.
El desabastecimiento avanza en medio del silencio institucional
Pablo Arango, periodista de Noticias Caracol, conversó en vivo con Manuel Berrío, secretario de Seguridad del departamento de Bolívar. Berrío explicó que la crisis no tiene precedentes. “Por el lado de Santa Rosa del Sur hablamos de más de 5.000 personas confinadas y por el lado de Montecristo, alrededor de 2.000 familias. Esta es una situación sin precedentes, y pese a los esfuerzos heroicos de nuestros hombres del Ejército Nacional, no se ha podido liberar las vías de acceso”, expresó con preocupación.
El funcionario hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que centre su atención en esta región, donde miles de personas están atrapadas en sus viviendas, sin poder abastecerse ni movilizarse.
En medio del silencio estatal, el temor y la incertidumbre crecen entre los habitantes. La ayuda humanitaria no llega y el cerco de los grupos armados continúa. La comunidad espera una respuesta rápida y efectiva antes de que la emergencia escale a niveles irreparables.