La última vez que los estudiantes de las principales organizaciones se sentaron con el Gobierno, la reunión duró seis horas. Al final, decidieron levantarse asegurando que el Ministerio no tenía voluntad.
Al siguiente día la estrategia fue directamente desde Presidencia. Duque llamó a los 32 rectores de las universidades a una reunión privada de la que se desprendió un acuerdo para garantizar el IPC+3 para el 2019 y el IPC +4 desde el 2020 al 2022.
Además de 1,7 billones de regalías para los próximos dos años, y otros 1,7 para los dos años restantes de Gobierno sí las cosas van bien y el precio del barril del petróleo continúa estable.
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A pesar de todo esto, los estudiantes continuaron las asambleas permanentes en las principales universidades. Dijeron que no estaban conformes y se quejaron de no tener representatividad en la mesa en la que se logró el acuerdo con el presidente.
Y pidieron a los estudiantes y maestros del país que salieran a las calles el próximo miércoles en lo que denominaron una “marcha de zombies”. Jennifer Pedraza argumentó que lo prometido por el presidente no soluciona el déficit histórico de fondo que tienen las universidades públicas y, según sus cuentas,
ese aumento significa en términos reales unos 2.000 millones de pesos al año para las instituciones de educación superior de todo el país. El viceministro Luis Fernando Pérez Pérez volvió a enviarles una carta a
Fenares, Unees y Acrees para que vuelvan a dialogar y tratar de lograr una solución. Pero entre las propias organizaciones hay división.
Los más radicales son Unees que piden concertación con miles de estudiantes antes de tomar cualquier decisión. Y además entregaron un pliego de peticiones que, incluso para los líderes de las otras organizaciones, es poco viable.
Por ahora todo está listo para la cuarta movilización de octubre.