Excomisionado Camilo Gómez solicita a JEP escuchar su versión sobre secuestros de Farc

Se trata del que ahora es el director de la Agencia Jurídica del Estado, Camilo Gómez, quien, a través de una carta enviada a la presidenta de la JEP, magistrada Patricia Linares, manifiesta que como ciudadano y como excomisionado de Paz, entre los años 2000 y 2002, fue testigo de los tratos inhumanos y la tortura a la que fueron sometidas miles de personas secuestradas por las Farc.Le puede interesar: Los hechos por los que llaman a juicio al exfiscal de la JEP Carlos Bermeo"El masivo secuestro de soldados y policías fue una de las circunstancias más difíciles que tuve que enfrentar. Acompañé a las familias, mujeres y niños - víctimas inocentes de esta barbarie- y sentí su inmenso dolor por los tratos inhumanos y la tortura a la que fueron sometidos, solo por cumplir con su deber de defender nuestra Constitución y las instituciones", precisa Gómez.Razón por la que solicita se le conceda una audiencia para ampliar su versión en este caso en el que asegura pocos guerrilleros han llamado a comparecer y el número de víctimas supera la cifra de 31.000 personas, a pesar de que solo están acreditadas 205 en la JEP.El excomisionado de Paz expresa que la responsabilidad penal de los secuestros debe "recaer sobre todos los miembros del antiguo secretariado y sobre todos los comandantes y guerrilleros que tuvieron conocimiento, participaron y aprobaron la práctica de este delito, que constituye un crimen de lesa humanidad y de una grave violación al derecho internacional humanitario", que como fue acordado en La Habana no obtendrá ni amnistía ni indulto.No deje de leer: Eventual ingreso de alias ‘Macaco’ a la JEP sería viable, según juristasPor otro lado, insiste en que es necesario que la justicia transicional incluya dentro de sus análisis las implicaciones que tuvo el secuestro masivo de policías y soldados y el efecto que esta política delictiva sistemática tuvo en la búsqueda de la paz junto con el enorme daño causado a los secuestrados y a sus familias.“Lideré el difícil proceso de liberación y presencié el reencuentro de los soldados y policías con sus familias. Vi en sus rostros el dolor del cautiverio y la luz de la libertad en sus ojos cuando las Farc me entregó a cada uno de los policías y soldados. Pero, sobre todo, jamás podré olvidar el rostro de las madres, padres, esposas e hijos cuando, después del horrendo secuestro, se reencontraron. Todos ellos, víctimas inocentes de este crimen de lesa humanidad, merecen justicia”, dijo.