La angustia de las más de 100 familias que invirtieron en el polémico proyecto Aquarela en Cartagena continúa luego de que después de más de dos años y medio fueran suspendidas las obras por una acción popular interpuesta por el Ministerio de Cultura, a raíz de que la torre número uno afecta la visibilidad del Castillo de San Felipe.
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Gastón Gaitán, una de las personas que invirtió dinero en el proyecto, le contó a BLU Radio que en relación a la decisión de la Unesco, de dar un plazo hasta diciembre de 2020 para la demolición de la torre, le parece que "es inaudito que Colombia no tenga la suficiente soberanía para que organismos internacionales como la Unesco decidan qué es lo que se tiene que hacer con el proyecto”.
En relación con el dinero invertido, Gaitán explicó que desde un inicio fue depositado en una fiduciaria, que a su vez entregó a los constructores del proyecto.
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"Aunque quisiéramos, no podemos retirar ese dinero; sin embargo, tenemos claro que independiente a toda la situación de Aquarela, en algún momento la vamos a recuperar, no sé si en un año o veinte, los constructores o en su defecto el Distrito de Cartagena deben responder. Nuestra ruta de navegación será lo que decida el juez de la acción popular", afirmó.
Por su parte, Luis Torres, otra de las personas que invirtió en Aquarela, dijo a medios de comunicación que se han sentido excluidos.
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"Vamos a intervenir a través de una coadyuvancia dentro de la acción popular que está en curso contra el proyecto y a recopilar evidencia de los perjuicios. Llegado el momento, presentaremos una demanda y exigiremos formas de reparación directa", explicó.
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