Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

¡Impresionante! Así era el Homo Naledi, antepasado desconocido del género humano

Un equipo internacional de científicos ha descrito por primera vez al Homo Naledi (del latín homo -hombre-, y del sesotho naledi –estrella-), una nueva...

Un equipo internacional de científicos ha descrito por primera vez al Homo Naledi (del latín homo -hombre-, y del sesotho naledi –estrella-), una nueva especie de homínido que tiene rasgos de Australopithecus y que podría ser el ejemplar más antiguo del género Homo.

 

Homo naledi fue descubierto en 2013 en la cámara Dinaledi de la cueva Rising Star de Sudáfrica (cerca de Johannesburgo) y sus restos aparecieron entre más de 1.550 fósiles, lo que convierte a este yacimiento en un tesoro paleontológico.

 

Publicidad

En este lugar se encontraron los huesos de 15 individuos de la misma especie, lo que ha permitido documentar y describir el esqueleto del Homo naledi con mucho detalle.

 

Publicidad

La descripción completa de esta nueva clase de homínido se publicó este jueves en la revista eLIFE.

 

¿Cómo era el Homo Naledi?

 

Publicidad

"Homo naledi es un mosaico de caracteres de forma, es decir, tiene un tronco con forma de embudo, no en forma de barril como el de los hombres actuales, sino parecido a una pirámide, un rasgo propio del Australopithecus o de los grandes simios actuales como el chimpancé", explica a Efe el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de España y coautor del estudio, Markus Bastir.

 

Publicidad

Además, "tiene un cráneo pequeño, con la forma de los primeros representantes del género Homo, como el hábilis o el erectus, y una capacidad craneal muy pequeña, aproximadamente un tercio de lo que ocupa nuestro cerebro actual", agrega.

 

Sin embargo, aunque es muy robusto, y tiene un cráneo y un tronco primitivos, sus extremidades son "prácticamente iguales a las de los humanos modernos".

 

Publicidad

Sus manos tienen la capacidad de manejo de objetos que tenemos los hombres de ahora pero sus dedos y falanges están curvos, lo que, según los expertos anatómicos, significa que estarían adaptados para vivir en un hábitat arbóreo.

 

Publicidad

Al mismo tiempo, "tanto la muñeca como los huesos de la palma de la mano son muy modernos, lo que indica que, pese a que no se han encontrado herramientas en el yacimiento, con esa anatomía podrían utilizarlas perfectamente", matiza el investigador.

 

"Los pies también son como los nuestros, salvo que los dedos son ligeramente curvos, lo que significa que estarían adaptados para vivir en los árboles y en la tierra".

 

Publicidad

En conjunto, este homo, de 1,50 metros y unos 50 kilos, tiene rasgos de Australopithecus pero es más grácil que esta especie, lo que le acercaría más a los primeros homo.

 

Publicidad

¿Hace cuánto vivió este homínido?

 

En cuanto a la datación del fósil, los expertos aún no se atreven a dar una porque la ausencia de otros fósiles animales está complicando el análisis pero "todo un equipo de paleogeólogos está analizando los sedimentos del yacimiento para hacer un cálculo aproximado", explica Bastir.

 

Publicidad

No obstante, "basándose en la morfología, los análisis sitúan a este fósil entre los primeros homo -de unos 2,5 millones de años- y, si fuera más reciente (de menos de un millón de años), sería la prueba de la coexistencia en África de especies del género Homo muy distintas entre sí", destaca el investigador.

 

Publicidad

¿Por qué es importante este descubrimiento?

 

"Estamos ante una estupenda oportunidad para obtener información que nos permita reconstruir nuestra compleja historia evolutiva" y despejar algunas incógnitas como "determinar si los 15 cuerpos del yacimiento fueron colocados deliberadamente por sus congéneres en la cámara de Dinaledi".

 

Publicidad

Para descubrir todos los secretos de este yacimiento, el Gobierno de Sudáfrica organizó en 2014 un taller denominado "Rising Star Workshop", financiado en gran medida por National Geographics, que permitió que científicos de todo el mundo y todas las especialidades pudieran compartir datos.

 

Publicidad

Con información de EFE.

  • Publicidad