Licitación de TransMilenio era una oportunidad para dar ejemplo: exministro de Ambiente

El exministro de Ambiente Luis Gilberto Murillo se encuentra en Washington como investigador asociado para la Universidad América de Estados Unidos en temas de medio ambiente, luego de su paso por una de las carteras con más importancia en el momento actual de los debates a nivel mundial sobre contaminación, cambio climático y gases efecto invernadero. Desde allí, Gil asesora también sobre el rumbo de las futuras políticas en temas medioambientales y aseguró que Bogotá debe ser ejemplo en incorporar buses eléctricos.Vea también TransMilenio responde a cascada de críticas por nueva licitación de busesMurillo le envió a la Alcaldía de Bogotá varias comunicaciones, desde febrero de este año, en las que le recomendó al alcalde de la capital, Enrique Peñalosa, que se tuviera en cuenta el Acuerdo de París para la renovación de los nuevos buses de TransMilenio, que se acaba de decidir a través de una adjudicación en la que participó una sola empresa que ofrecía buses eléctricos, y que no ganó en ninguna localidad de la ciudad.En diálogo con Blu Radio, el exministro aceptó que la noticia de los más de 1.100 buses a gas y diésel que van a estar circulando por las calles de la ciudad durante los próximos diez años, va a disminuir la contaminación. Sin embargo, argumenta que Bogotá debía ser ejemplo para el resto de país con la incorporación de una buena parte de buses eléctricos.“En el Gobierno pasado se formuló una serie de políticas muy importantes para garantizar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. En ese momento, se expidió la política de mejoramiento de la calidad del aire, la de mitigación y adaptación al cambio climático para cumplir con los acuerdos de París y la de crecimiento verde. En ese contexto, veíamos una posibilidad enorme de poder cumplir esas políticas que se formularon en los procesos de renovación de los buses y la flota de los sistemas de transporte público del país que, según datos de los gremios, se va a renovar en los próximos cinco años con cerca de 32.000 vehículos. Allí Bogotá juega un papel central, primero porque, aunque la calidad del aire ha mejorado, todavía falta mucho por hacer en términos de llegar a cumplir con los estándares que nos fijamos para disminuir para los años 2018 y 2019 la emisión de material particulado de 10 micras y de 2.5 micras que tiene un impacto negativo enorme sobre la salud y sobre el ambiente. Estas emisiones generan calentamiento global”, dijo Murillo.También agregó que, en su momento, se le hizo mucho énfasis al Distrito para tener tecnologías bajas en emisiones, buses eléctricos, híbridos o a gas vehicular. También indicó que el 59% de la nueva flota son buses a diésel que en Europa están saliendo de operación porque se consideran riesgosos para la salud.“Tuvimos muchas mesas de trabajo. Hay que decir que Bogotá ha tenido avances importantes en el control de la emisión de fuentes fijas, pero el 80% de las emisiones de dióxido de carbono provienen de fuentes móviles. Fuimos muy insistentes en que se requerían decisiones y acciones de fondo en ese sentido. Sin embargo, fue un proceso muy serio el de la licitación. Ya se cuenta con un 41% de la flota a base de una tecnología baja en emisión y eso es importante, pero, se pudo ser más ambicioso”, explicó el ministro.El ministro también añadió que Bogotá va a tener que mejorar los indicadores de contaminación."Medellín, por ejemplo, va a tener cerca de 1.500 taxis eléctricos con una entrada de 500 vehículos por año. Bogotá tiene 50. En ese sentido, hay que mejorar y también por los impactos en la salud. Según los índices del Banco Mundial, en el país se presentan 8.000 muertes al año por complicaciones en la calidad del aire en las grandes ciudades. Este no es un tema menor”, dijo.Murillo concluyó que esta nueva flota de ninguna manera significa un retroceso para la política ambiental.“Es un avance porque se pasa a tener una tecnología con emisiones bajas y la utilización de los filtros es muy importante. Se va a tener una nueva flotilla. Sin embargo, se habría podido llegar mucho más lejos con una flotilla completa en tecnologías de bajas emisiones como buses eléctricos y movilidad eléctrica a gas”, puntualizó.