Europa amaneció sacudida por una noticia que dejó un profundo impacto en el mundo del deporte de invierno. El biatlón internacional está de luto tras conocerse el fallecimiento del atleta noruego Sivert Bakken, una de las figuras más prometedoras de la disciplina en los últimos años. El deportista, de tan solo 27 años, fue encontrado sin vida en un hotel ubicado en el paso de Lavazè, en el norte de Italia, donde se encontraba por motivos relacionados con la competencia.
De acuerdo con los primeros reportes oficiales, las autoridades locales acudieron al establecimiento tras recibir una alerta y confirmaron el deceso del atleta en una de las habitaciones. Hasta el momento, no se han divulgado conclusiones definitivas sobre las causas de su muerte, y el caso continúa bajo investigación. La Federación Noruega de Biatlón confirmó la noticia horas después y expresó su disposición a colaborar con las autoridades italianas para esclarecer lo ocurrido.
Bakken era considerado uno de los talentos más destacados del biatlón noruego, país que históricamente ha sido una potencia en esta disciplina. Su carrera deportiva estuvo marcada por importantes logros a nivel internacional. El punto más alto de su trayectoria llegó en 2022, cuando se consagró campeón de la Copa del Mundo en la modalidad de salida en masa, un título que lo posicionó entre la élite mundial. Ese mismo año finalizó en el puesto 13 de la clasificación general, un resultado que reafirmó su regularidad y competitividad.
La temporada 2021-2022 fue especialmente significativa para el joven atleta. Expertos y aficionados coincidieron en que ese periodo reflejó su mayor madurez deportiva, combinando resistencia física, precisión en el tiro y una notable fortaleza mental. Sus actuaciones le valieron reconocimiento tanto dentro como fuera de Noruega, consolidándolo como una de las grandes esperanzas del biatlón europeo.
En los meses previos a su fallecimiento, se conoció que Bakken había enfrentado un problema cardíaco que requirió seguimiento médico especializado. A pesar de ese episodio de salud, el deportista había logrado regresar a la competencia y mostraba señales positivas en su rendimiento, lo que hacía prever un futuro prometedor en el circuito internacional.
Fuera de las pistas, Sivert Bakken mantenía una relación cercana con sus seguidores a través de las redes sociales. En su cuenta de Instagram compartía con frecuencia imágenes de entrenamientos, competencias y momentos junto a sus compañeros de equipo. Su última publicación, realizada pocos días antes de su muerte, mostraba precisamente uno de esos instantes colectivos durante una prueba de la Copa del Mundo de Biatlón, uno de los eventos más importantes del calendario.
En mensajes recientes, el atleta también había expresado su entusiasmo por haber regresado a competir al máximo nivel, destacando el valor del esfuerzo constante y la disciplina a largo plazo. Hoy, esas palabras resuenan con especial fuerza entre quienes lo admiraban.
La repentina partida de Sivert Bakken deja un vacío en el biatlón internacional y una profunda tristeza entre colegas, entrenadores y aficionados. Mientras avanzan las investigaciones, el legado deportivo del joven noruego permanece como testimonio de una carrera breve, pero brillante, que marcó una generación del deporte inverno.