Mamás de bebés que requieran atención médica especial tendrían licencia de 6 meses

La Comisión Séptima del Senado aprobó, en primero de cuatro debates, un proyecto de ley que amplía el fuero de maternidad de 12 a 18 meses, como medida para garantizar la protección en materia laboral para las mujeres en estado de embarazo, así como en el periodo de lactancia.Vea también Santos sancionó ley que extiende a 18 semanas la licencia de maternidadLa iniciativa contempla extender el fuero a cuatro meses y medio (tal y como está hoy la licencia ordinaria), estableciendo que ninguna trabajadora podría ser despedida por estar embarazada o durante el periodo de lactancia, sin que haya un aval del Ministerio del Trabajo que evidencie que la decisión fue motivada por justa causa. El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, explicó como ponente del proyecto que, adicionalmente, en casos en los que el recién nacido sea diagnosticado con alguna enfermedad que requiera observación médica, la licencia de maternidad se podría ampliar hasta los seis meses.“Esto pretende que la madre no se aleje del menor en una etapa fundamental, durante un cuidado extraordinario que se necesita por estar el niño recién nacido con una enfermedad que exija 24 horas de atención médica”, precisó.Tras un consenso logrado con los distintos sectores políticos, escuchando además las voces del sector empresarial, se espera que este proyecto sea aprobado en su segundo debate, en la Plenaria del Senado, en las próximas semanas.El proyecto de ley, de autoría del senador Armando Benedetti, del Partido de La U, surgió a propósito de una decisión de la Corte Constitucional que estableció límites, en julio pasado, al fuero de maternidad, al señalar que, si bien deben protegerse los derechos de las trabajadoras embarazadas, los empleadores que no sepan de esta condición y les lleguen a terminar contratos, no tendrían la obligación de reintegrarlas.El alto tribunal consideró que en todos los casos no aplica la protección a las empleadas en embarazo porque se podría desincentivar la contratación de mujeres y se limitaría su acceso al mercado laboral.