El Ministerio de Minas y Energía prepara el documento final sobre la transición energética que incluye las estimaciones de los costos de la transición y, hasta ahora, sus conclusiones terminarán dándole la razón al presidente Gustavo Petro en el sentido de que el país puede y debe hacer una transición energética más acelerada y que no hace falta firmar nuevos contratos de exploración depetróleo.
El el 2023, la entidad publicó para comentarios la hoja de ruta de la transición energética justa, una serie de documentos con recomendaciones sobre cómo acelerar la transición de una economía ‘extractivista’ a una economía que usa la energía ‘para generar bienestar’. El documento no menciona una sola vez la necesidad de firmar nuevos contratos de exploración de petróleo y habla únicamente de la importancia de facilitar nuevos desarrollos de gas natural al que se considera el energético de la transición.
“Más que el costo de la transición energética, estamos también interesados en saber el costo de no hacer la transición energética. Lo que ya hemos evidenciado es que los costos para el país y los riesgos pueden ser mayores a las inversiones que se requieren. Ya estamos terminando algunos estudios, pero más o menos son comparables a los que ya se han venido publicando de algunas agencias”, dijo el ministro deMinas y Energía, Andrés Camacho.
El año pasado, Fedesarrollo calculó que la transición energética acelerada le podría costar al país 160 billones de pesos a 2035. Mientras tanto, el Banco Mundial calculó que el costo de la transición energética en Colombia podría equivaler a 1.5 % del PIB a 2030.
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La decisión del Gobierno de Gustavo Petro de no firmar nuevos contratos de exploración de petróleo y gas le ha valido una lluvia de críticas del sector privado y de analistas que creen que se está arriesgando el futuro de la actividad petrolera en Colombia; un país que ha vivido de la renta petrolera en los últimos años. El estudio de Camacho y su equipo, lejos de cambiar esa decisión como muchos esperan, podría terminar dándole un sustento técnico.
Esto podría ser similar a lo que ocurrió con los conceptos fiscales del Ministerio de Hacienda sobre las reformas sociales. Aunque muchos esperaban que la entidad se opusiera a las reformas, el ministro Ricardo Bonilla y su equipo han dicho que la reforma a la salud y la reforma a las pensiones son compatibles con la buena salud de las finanzas públicas.
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De hecho, el ministro de Hacienda ha estado hablando de la necesidad de que, en línea con los cambios que se están dando en el mundo, Colombia comience a fortalecer sectores como la agroindustria y que se reindustrialice.
“Nosotros nos tenemos que preparar para construir una economía en la cual el petróleo vaya a perder importancia. Lo vamos a seguir sosteniendo durante unos 10 o 15 años, ahí se va a seguir teniendo y esos recursos van a seguir siendo importantes, pero si desde ahora no empezamos a construir otro proceso, en 10 o 15 años el país se queda sin petróleo y sin otros ingresos”, advirtió Bonilla en una conferencia de Anif.
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