En El Radar estuvo María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz, se abordó el fenómeno de la violencia en Colombia, con especial atención a regiones como Cúcuta
. Llorente explicó que, aunque los homicidios son un indicador tradicional para medir la violencia, este no refleja completamente la realidad del control territorial y la presencia de grupos ilegales.
"Sin duda, los homicidios son la cifra que hemos seguido durante años en Colombia. Sin embargo, la manera como se expresa la violencia y cómo operan los grupos en el territorio es muy diferenciada", señaló Llorente. La experta clasificó los territorios en tres tipos: zonas de disputa, coexistencia y dominio, cada una con dinámicas de violencia distintas.
En las zonas de disputa, como el Catatumbo y el Guaviare, se registran mayores afectaciones humanitarias, desplazamientos forzados y homicidios selectivos. Por otro lado, en zonas de dominio, como Medellín, la violencia puede ser menos visible debido a un control mafioso que reduce los homicidios, pero mantiene un fuerte control social.
Llorente destacó que, aunque la tasa de homicidios en Colombia se ha mantenido alrededor de 26 por cada 100.000 habitantes, este indicador no captura otras formas de violencia, como las extorsiones masivas, las amenazas y los códigos de regulación impuestos por los grupos ilegales. "No podemos medir la violencia solo con una cifra como los homicidios. Toca medirlo con un conjunto de cifras y de manera territorial", afirmó.
Respecto a la situación en Cúcuta y otras zonas fronterizas, Llorente advirtió que los grupos armados han avanzado de manera significativa, con conexiones transnacionales que incluyen mercados ilegales de drogas, minería y tráfico de migrantes. "Es increíble que no hayamos hecho nada en particular sobre una política de fronteras", señaló, enfatizando la necesidad de fortalecer la institucionalidad, la justicia y los mecanismos contra el lavado de activos.
Finalmente, Llorente reflexionó sobre la importancia de un enfoque integral para enfrentar la violencia: "No podemos pretender recuperar territorio con un Estado débil. Se necesita una acción coordinada entre la nación y los territorios para cambiar las condiciones económicas y del Estado de Derecho".