Vecinos y amigos de Fabio Salamanca lo recuerdan como un joven ejemplar

de buena reputación, respetuoso y colaborador. Defendieron la decisión de una juez de garantías que le negó la medida de aseguramiento a pesar de que conduciendo borracho causó la muerte de dos mujeres y dejó gravemente herido a un taxista. En la madrugada del 12 de julio de 2013, tras salir de una fiesta de su empresa con grado tres de alcohol, Fabio Andrés Salamanca le causó la muerte a Ana Torres y Diana Bastidas, dos ingenieras empleadas de una entidad financiera, cuando su camioneta Audi, que se desplazaba a 140 k/hora, arrolló violentamente al taxi en el que se desplazaban por la Calle 26 con Cra. 30. El conductor del carro de servicio público se mantiene en observación médica con una alta probabilidad de paraplejia por las graves heridas que le causó el accidente. Aunque la Fiscalía solicitó medida de aseguramiento en centro carcelario para Salamanca por los delitos de homicidio doloso y lesiones personales agravadas, la juez de control de garantías Carmen Gualteros concedió al joven libertad provisional argumentando que el acusador no logró probar que Salamanca sea un peligro para la sociedad. (Encuentre más detalles de la audiencia del joven Salamanca en este video de Noticias Caracol). Aunque el implicado pidió públicamente perdón a los familiares de las víctimas, no aceptó los cargos bajo la teoría que no fue su intención “acabar con la vida de estas personas”. Para el fiscal del caso, el ingeniero de la Universidad de Los Andes era consciente de las implicaciones que tendría el conducir bajo efectos del alcohol, ya que había pedido, pero no esperó, el servicio de conductor elegido. Pese a que Salamanca se encuentra en libertad, la investigación seguirá su curso y el joven podría ser condenado entre 17 y 37 años de prisión.