Leidy explicó que conoció a su expareja, José Adolfo Torres, implicado en el ataque con ácido a Jenny Pardo, en el 2013 “cuando iniciamos una relación pero desde el principio me di cuenta que las cosas no iban a ser normales”.
Reveló que el tiempo que permaneció con Torres fue “tormentoso” pues hubo “agresiones psicológicas, físicas y verbales, en varias ocasiones tuve que llamar a la Policía para que me ayudaran”.
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Agregó que cuando quedó embarazada “él sentía que era su propiedad, tenía que saber dónde estaba todo el tiempo y no podía hablar con nadie porque se ponía mal”.
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Dijo que siempre supo que algo podía pasar “pero nunca me alcancé a imaginar qué”.
Grajales reveló que días antes del ataque recibió varias llamadas misteriosas en las que la citaban en un parque, “yo no fui porque mi trabajo es ir a consultorios no a parques, desde el principio todo eso se me hizo tan raro que lo relacioné con mi expareja, sabía que iba a hacer algo”.
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Del ataque con ácido se enteró días después cuando “me dijeron que sí sabía dónde estaba José, yo incluso fui a la URI a hablar con él y me dijo que estaba por ahí por una cosa diferente, luego fue un hermano el que me contó toda la verdad”.
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Aseguró que está segura que el ataque iba dirigido contra ella y que la persona que contrataron para hacerlo se equivocó, “él siempre me amenazó y eso era para mí, era mi misma universidad a la hora y el día en el que yo salía de clase”.
José Torres se fugó del Hospital de Kennedy cuando asistía a una revisión médica y se entregó a las autoridades el pasado 24 de enero. El hombre permanece bajo la custodia de las autoridades por varios delitos.
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Leidy pide a las autoridades que haya justicia y “protección pues tengo miedo por mí, mi hija y mi familia, yo quiero que la gente sepa esta historia y que se juzgue a los culpables como debe ser”.
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Sobre la joven con la que la confundieron, Jenny Pardo, quien sufrió quemaduras en el 26% de su cuerpo, dijo que “es desafortunado lo que le pasó, ella estaba en el lugar equivocado y me siento comprometida con ella y porque haya justicia en su caso; he intentado hablar con ella pero no ha sido posible”.
“Tanto a ella como a mí, la vida se nos partió en dos ese día, esto ha sido terrible”, dijo Leidy Grajales.