Zulma Guzmán, acusada de envenenar a dos niñas, le instaló un GPS al carro del papá de una de ellas
Durante la entrevista con Focus Noticias, Zulma Guzmán reveló detalles de su relación extramatrimonial con Juan de Bedout.
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La polémica por la muerte de dos niñas envenenadas con talio sigue generando preguntas y nuevas revelaciones. A ocho meses de los hechos, la Fiscalía General de la Nación mantiene como principal sospechosa a Zulma Guzmán Castro, señalada de ser la presunta responsable del crimen ocurrido el 4 de abril en Bogotá.
Con el avance del proceso, han surgido detalles que complejizan el caso. El abogado de la familia Forero, Majer Abushihab, explicó que el análisis de los elementos probatorios ha permitido a la Fiscalía llegar a conclusiones preliminares, aunque la investigación continúa en curso.
Uno de los puntos clave tiene que ver con el domiciliario que entregó las frambuesas contaminadas con el metal tóxico. Según Abushihab, esta persona habría sido instrumentalizada. Su participación, ya esclarecida por las autoridades, permitió seguir una línea que condujo inicialmente a una mujer de cabello rojo y, posteriormente, a Zulma Guzmán, quien hoy concentra la atención del ente acusador.
De acuerdo con la versión del abogado, la Fiscalía logró establecer cómo se dio la entrega del producto contaminado y la forma en que el mensajero actuó siguiendo instrucciones telefónicas. Este elemento resultó determinante para reconstruir la cadena de hechos y descartar la responsabilidad directa del domiciliario.
La investigación también abrió la puerta a examinar los vínculos personales de los adultos cercanos a las menores, así como episodios del pasado que podrían ayudar a entender el contexto del caso. Aunque no hay imputación formal, la Fiscalía sigue recolectando pruebas técnicas y testimoniales.
En medio del proceso judicial, Zulma Guzmán concedió una entrevista a Focus Noticias en la que se defendió de las acusaciones y aseguró tener pruebas para demostrar su inocencia. Sin embargo, una de sus declaraciones llamó especialmente la atención de la opinión pública y de los investigadores.
Durante la conversación, Guzmán reconoció que años atrás decidió instalar un GPS en el vehículo de Juan de Bedout, padre de una de las niñas fallecidas, con quien sostuvo una relación extramatrimonial. Según explicó, la decisión estuvo motivada por celos y desconfianza durante ese vínculo sentimental.
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“Yo cometí un error hace muchísimos años, precisamente cuando estaba en la relación con Juan”, afirmó. Relató que, tras una discusión, él la retó a que no sería capaz de saber su ubicación exacta, lo que la llevó a buscar la forma de instalar el dispositivo.
Guzmán agregó que el episodio ocurrió cuando visitaron un apartamento relacionado con un familiar de su exesposo, inmueble que estaba siendo remodelado para su venta. Allí, dijo, se le ocurrió colocar el GPS en el carro. Aseguró que Bedout se dio cuenta tiempo después y que el hecho se tomó de manera jocosa, aunque para ella fue vergonzoso, motivo por el cual pidió disculpas y aseguró no haber vuelto a repetir una conducta similar.
Mientras tanto, la Fiscalía continúa evaluando todas las declaraciones y pruebas recopiladas. El caso, que conmocionó al país, sigue abierto y bajo estricta reserva, a la espera de decisiones que permitan esclarecer plenamente lo ocurrido.
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