Australia, al igual que el vecino país de Nueva Zelanda, es escenario de frecuentes varamientos de ballenas y otros mamíferos marinos, sin que los expertos hayan logrado esclarecer con precisión los motivos.
Se cree que los incidentes se deben a enfermedades, errores de navegación, cambios en las mareas, persecución de depredadores o condiciones meteorológicas.