Hemos logrado demostrar que el oso permite la dispersión de muchas de las especies que él consume, en especial el laurel”, comentó el investigador. Agregó que las semillas al pasar por el tracto digestivo se favorecen en la germinación haciendo que el bosque tenga nuevos árboles en todo el territorio. “Nos dimos cuenta que cuando él sube a los estratos altos del bosque a bajar las ramas que tienen las frutas, abre claros que permiten entrada de luz a los estratos bajos del bosque”, dijo. Concluyó diciendo que el animal se convierte en un jardinero efectivo porque va renovando los árboles. “El oso es la presencia del agua en la montaña; es decir, donde hay osos hay bosques, donde hay bosques hay agua y donde hay agua hay vida”, argumentó el especialista.