Con el apoyo de una heteróclita mayoría que le augura un mandato muy complicado, el líder socialista Pedro Sánchez derribó este viernes al conservador Mariano Rajoy en una moción de censura en el Parlamento, y se convirtió en el nuevo presidente del gobierno de España.En la votación en la cámara baja, Sánchez reunió el apoyo de una mayoría de diputados (180 de 350) a su moción de censura, promovida después de que la justicia condenara al Partido Popular (PP) de Rajoy en un sonado caso de corrupción.Según una fuente socialista, el rey Felipe VI firmó la tarde de este viernes el decreto de nombramiento de Sánchez, que asumirá su cargo el sábado a mediodía y ha iniciado los contactos para formar su gabinete.Ignacio Urquizu, diputado nacional por el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, y profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, explicó en Mundo BLU lo que viene para España tras esta decisión.“Nuestra mayor urgencia era que el Partido Popular asumiera las responsabilidades políticas por la corrupción. A partir de allí, se abre un escenario bastante incierto, pero estamos confiados que hay otro talante, mucho más abierto al diálogo”, dijo.Vea aquí: Mariano Rajoy delega en su vicepresidenta funciones del destituido Puigdemont“El punto de partida es positivo porque la moción de censura fue apoyada por los partidos que sustentan al Gobierno de Cataluña. Lo único que ha hecho el Partido popular en los últimos años es negar la evidencia del problema en Cataluña”, agregó.Señaló, además, que en España se respira un ambiente de alegría por la llegada de Sánchez al poder.Mientras tanto, Sánchez recibió el apoyo del gobierno alemán y del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien le manifestó "su plena confianza". La bolsa de Madrid cerró con una subida del 1,76%."Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega", y "voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo", declaró el líder socialista a la prensa.Rajoy se despidió antes del desenlace con una breve intervención en la cámara, reconociendo su derrota y felicitando a Sánchez por adelantado."Suerte a todos ustedes por el bien de España", dijo el líder conservador, de 63 años y en el cargo desde diciembre de 2011. Tras el resultado, fue a saludar al socialista con un apretón de manos. "Hemos venido mi marido y yo porque necesitábamos que Rajoy se fuese ya, con toda la corrupción que ha acumulado", comentó a AFPTV la pensionista Mari Ángeles Suárez, que fue a curiosear frente al Parlamento.Angelines García, una ama de casa de 56 años que también estaba a las puertas del Congreso, dijo preferir que Sánchez hubiera llegado a través de las urnas. "Lo suyo es que hubiera habido unas votaciones del pueblo, y que hubiese salido presidente", comentó.Escuche la entrevista completa en el audio adjunto.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, negó este miércoles haber estado al tanto de una financiación ilegal en el Partido Popular, en su declaración como testigo en un macrojuicio por un escándalo de corrupción que sacude desde hace años la formación que preside. Sentado en el estrado reservado para los magistrados en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, Rajoy aseguró que "jamás" se ocupó de "ninguna cuestión de contabilidad" en el Partido Popular (PP). El primer presidente del gobierno en ejercicio en España en declarar ante un juez, aunque en calidad de testigo y no como imputado ni investigado, subrayó que sus responsabilidades siempre fueron de "tipo político". Le puede interesar: Feliz de que Leopoldo haya vuelto a casa con Lilian Tintori: Mariano Rajoy. "Hay una separación nítida y clara (...) entre la parte política y la parte económica" en el partido, aseguró Rajoy, al afirmar que durante los años en que habrían ocurrido los hechos de corrupción, entre 1999 y 2005, "no controlaba los aspectos económicos". Rajoy, cuyo testimonio de algo menos de dos horas de duración suscitó una gran expectación, Rajoy entró directamente en coche en el tribunal y eludió a unos 30 manifestantes que le esperaban al grito de "Es el presidente, es un delincuente". También evitó la foto de su entrada al tribunal por la misma puerta por la que pasaron otras numerosas personalidades vinculadas al PP y procesadas por corrupción, entre ellas el ex ministro de Economía Rodrigo Rato. El juicio en el que testifica Rajoy gira en torno a la tentacular trama Gürtel, supuestamente ideada por un empresario y ex miembro del Partido Popular (PP), Francisco Correa, actualmente procesado. El presidente del gobierno integraba la cúpula del partido cuando esa trama hizo unos pagos que habrían servido para financiar al PP en Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, dos localidades vecinas de Madrid. A Correa "no lo conocía", no "tuve ninguna relación con él ni vino a mi despacho", afirmó Rajoy. "Si lo conocía, era única y exclusivamente de saludarlo en algún acto público", insistió. También debió responder a preguntas sobre el exgerente y extesorero del PP Luis Bárcenas, protagonista de otra causa que será juzgada más adelante: la presunta existencia de una contabilidad en negro del PP, en virtud de la cual empresarios de la construcción habrían estado untando a cargos de la formación conservadora. La corrupción, aunque atañe a todos los partidos, ha afectado especialmente al PP, hasta hacerle perder su mayoría absoluta en las elecciones de 2015. Desde finales del año pasado dirige un gobierno sin mayoría en el Parlamento, que logró sacar el presupuesto de 2017 in extremis. Para acceder de forma rápida a nuestra señal en vivo y contenidos destacados, DESCARGUE ya la app de Blu Radio. Le puede interesar: Feliz de que Leopoldo haya vuelto a casa con Lilian Tintori: Mariano Rajoy.
“Después de un tiempo las políticas vuelven a sus causas. En Europa ha avanzado el populismo. Lo que eran los partidos tradicionales se han venido fragmentando y después de un tiempo las cosas vuelven a sus cauces”, expresó. En ese sentido dijo que el mensaje de los españoles ha sido claro ante los retos en el futuro. “Tenemos grandes retos ante el futuro: la situación de la unión Europea, tras la salida de Gran Bretaña, nos obliga a cambiar las políticas entre las formaciones políticas moderadas y que hemos tenido la responsabilidad de gobierno en España en otras ocasiones”, indicó. Agregó que la intención del partido es “hablar con la segunda fuerza política, que es el Partido Socialista, para buscar una mayoría estable en el gobierno”. El gobernante ganó las elecciones generales en España con 131 diputados, seguido del PSOE con 92, según el escrutinio al 33,49 por ciento. Con estos primeros datos, la coalición izquierdista Unidos Podemos queda en tercer lugar con 69 escaños y los liberales de Ciudadanos ocupan la cuarta posición con 27 escaños.
El PP logró este domingo 137 escaños (14 más que en 2015), seguido por PSOE con 85, aunque lejos de la mayoría absoluta del Congreso que se sitúa en 176 escaños. Le sigue la coalición de izquierda Unidos Podemos con 72 escaños y los liberales de Ciudadanos con 32. El Congresos de los Diputados, cámara que se encarga de elegir al presidente del Gobierno en España, está compuesto por 350 diputados y la mayoría absoluta se fija en 176 escaños. Respecto a los partidos nacionalistas, ERC, independentistas catalanes, obtendrían nueve escaños, seguidos de los nacionalistas de centro de CDC, que conseguiría ocho escaños; mientras que los nacionalistas vascos (PNV) tendrían cinco diputados. Los resultados obtenidos hasta ahora reflejan un escenario similar al de 2015, con un Congreso en el que habrá cuatro fuerzas principales, pero ninguna con mayoría suficiente por lo que serán imprescindibles pactos para gobernar. Estos datos contradicen a las encuestas que auguraban un triunfo del PP más ajustado y situaban a la coalición Unidos Podemos por delante del PSOE. Las elecciones de este domingo se repiten seis meses después de las que tuvieron lugar el 20 de diciembre porque los partidos políticos no consiguieron formar gobierno, por lo que hubo que convocar nuevos comicios. Entonces el PP tuvo 123 escaños, PSOE 90, Podemos 69 y Ciudadanos 40.
El gobernante Partido Popular (PP, centroderecha) ha sido el vencedor en las elecciones legislativas celebradas en España al obtener un respaldo del 28,72% y 123 diputados, con el 99,86 por ciento de los votos escrutados. Este resultado deja al PP a 53 escaños de la mayoría absoluta, fijada en 176, con el Partido Socialista (PSOE) en segunda posición, al obtener el 22,02 % de apoyo, lo que supone 90 diputados, seguido por el emergente Podemos (izquierda y antiausteridad), con 69. En cuarta posición, con 40 diputados, se sitúa Ciudadanos, un partido liberal de centro que, encabezado por Albert Rivera, se presentaba por primera vez a las elecciones generales tras comenzar su trayectoria política en Cataluña. Le siguen los independentistas catalanes de ERC con 9 escaños, los nacionalistas catalanes de Democràcia y Llibertat con 8, el Partido Nacionalista Vasco, con 6 diputados, e Izquierda Unida (IU), con 2. Otros dos partidos, EH-Bildu (del País Vasco), con 2 escaños y Coalición Canaria, con 1, completan la formación de la cámara baja. En el Senado, cámara alta, el PP obtiene la mayoría con 121 senadores, seguido del PSOE, con 50. Entre los damnificados en estas elecciones está el partido de centro Unión, Progreso y Democracia (UPYD), que tenía cinco diputados y que en estas elecciones no ha logrado representación parlamentaria después de que parte de sus representantes se sumarán a las filas de Ciudadanos. Los resultados rompen por primera vez la hegemonía del bipartidismo que desde 1982 ejercían en España el PP y el PSOE, que se han alternado en el poder en estas más de tres décadas. La irrupción con fuerza de los emergentes Podemos y Ciudadanos supone también una gran fragmentación del Parlamento que puede dificultar la formación de gobierno al quedarse el PP lejos de la mayoría absoluta y haber una fuerte presencia de formaciones de izquierda en el hemiciclo, que disputarán asimismo la tradicional hegemonía del PSOE. El líder del Partido Popular y jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, proclamó la victoria en las elecciones y aseguró que por ello va a "intentar formar un gobierno estable". "España necesita seguridad, estabilidad, certidumbre y confianza", afirmó Rajoy en una comparecencia desde el balcón de la sede del PP en el centro de Madrid, en la que destacó que en la nueva etapa será "necesario dialogar mucho y llegar a acuerdos".