La aerolínea dijo que el vuelo aterrizó “sin problemas” y sin heridos para poder solucionar daños en una ala, más concretamente en uno de los paneles móviles que se utilizan durante los despegues y aterrizajes.
La mayoría de los vuelos habían sido programados antes del brote de ómicron, que se propaga a gran velocidad y es más contagiosa que las variantes anteriores.
Un vuelo que partía desde Caracas con destino a Houston fue el último programado por esta aerolínea, debido a una deuda del Estado venezolano que asciende a los 123 millones de dólares.