Confiar en los otros es fundamental para hacer equipo: reflexión de Alberto Linero

Un equipo es la suma de diferencias organizadas en función de un objetivo común. Y él es fundamental para la realización de nuestro proyecto de vida, porque somos seres con los demás y para los demás.

Esa interdependencia hace que todas las experiencias estén siempre conectadas con otras personas, con ellas nos complementamos en la consecución de nuestros propios objetivos.

Hasta los proyectos más individuales, siempre flotan en medio de una red de colaboración y de suma de posibilidades y oportunidades. Sin embargo, no es tan sencillo como parece, porque la reunión de diversas personas unidas por una meta común no siempre produce los resultados que se esperan de un trabajo colaborativo. Por eso, te propongo cuatro pautas para el trabajo en equipo:

1. Hay que evidenciar el objetivo común, eso permite las relaciones sinérgicas. La diferencia entre un grupo y un equipo es que el primero se forma en torno a unas metas que realiza los objetivos particulares, pero los trasciende.

2. Nadie es imprescindible en un equipo, todos tienen un rol que hay que asumir y ejercer con total responsabilidad. Por muy talentoso que alguien sea, solo, no podrá alcanzar más de lo que puede hacer con los demás.

3. Las relaciones se tienen que dar desde la comunicación eficaz, el respeto a la dignidad del otro y la disposición al reconocimiento. Una buena comunicación se compone fundamentalmente de dos actitudes: saber hablar, que implica claridad, concreción y calidez; y saber escuchar con atención, apertura y acogida.

4. Confiar en los otros es fundamental para hacer equipo. Quien cree que todo lo hace mejor que los demás no podrá descubrir el talento de los otros, ni podrá gozar las capacidades que ellos tienen. El equipo es garantía de mayor y mejor realización de metas.