Diciembre: un mes para reconocer la dirección de la vida

Los seres humanos necesitamos inventarnos convenciones que nos permitan darle un sentido, un significado distinto a los momentos que vivimos. Uno de ellos es marcar el tiempoy tratar de encontrarle un valor desde la memoria, las actividades, las relaciones o los compromisos adquiridos y vividos. Por eso cuando comienza diciembre, último mes de nuestro calendario, algo cambia en la mente y en el corazón de las personas, eso se siente impregnado en la cotidianidad. En el caribe colombiano donde nací este mes está lleno de brisa, de celebraciones festivas, de reencuentros familiares y de muchos turistas que invaden nuestras playas. Siempre he experimentado cómo si en este tiempo la alegría recorriera las calles y se estableciera en las esquinas para volverlas focos de propagación de esta intensa emoción.

Ahora está claro que el espíritu de este mes está influenciado por la experiencia cristiana. Por la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret, el hijo de María (Marcos 6,3). Los valores de bondad, de solidaridad, de unidad familiar, etc. Sin duda tiene su fuente en la experiencia del pesebre que es el símbolo de las expectativas cumplidas, de las promesas que se hacen realidad. Lo importante es que este significado no se quede simplemente en adornos, compras, canciones sin que se haga realidad en acciones que ayuden a que todos podamos vivir dignamente. Si la navidad se queda en lo folclórico niega todo el espíritu que la inspira.

Sin embargo, mi propuesta al iniciar este mes es que seamos capaces de generar procesos de evaluación de lo que hicimos a lo largo de este año. Sólo quien evalúa puede reconocer la dirección que está teniendo su vida. Es necesario con agradecimiento, objetividad, optimismo y carácter evaluar sus pensamientos, actitudes y acciones. De tal manera que pueda entender sus fortalezas y debilidades, para ponerse tareas concretas para el nuevo año. Es una época oportuna para entender que siempre tenemos que saber cuál es el propósito que nos jalona y cómo lo estamos haciendo. Evalúa tu 2023.