El ‘orangután’ que paró Duque al objetar ley de depuración normativa: opinión de Ricardo Ospina
Se trata de un asunto de técnica jurídica.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
El presidente Iván Duque objetó parcialmente por razones de inconveniencia la ley de depuración normativa, que busca derogar normas anacrónicas e inocuas, pero que, según la Corte Suprema y otras entidades, terminaba dejando sin efectos el Código de Procedimiento Penal y en la práctica acababa con el DANE.
Vea también: Régimen de Maduro sigue siendo un riesgo para Colombia: opinión de Ricardo Ospina
Se trata de un asunto de técnica jurídica, pero palabras más, palabras menos, significa que en caso de que el presidente hubiera sancionado tal y como llegó a la Casa de Nariño esta ley, hubieran quedado “en el aire” miles de procesos que cursan en la Fiscalía y en la Corte Suprema de Justicia.
Por ejemplo, más de 81 mil investigaciones que adelanta la Fiscalía y cerca de 800 procesos de la Sala Penal de la Corte en contra de aforados, es decir en contra de congresistas, generales, ministros y otros altos funcionarios, quedaban en el aire, sin hoja de ruta para definir condenas o absoluciones.
Quien descubrió el que para algunos analistas es un gigantesco “orangután” y para otros demuestra la indolencia con la que se está legislando, fue la Secretaría Jurídica de Presidencia, que ante las grandes dudas sobre esa derogatoria, decidió consultarle a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Realmente el asunto era muy grave porque todos los procesos contra aforados en la Corte se hubieran caído: los casos pendientes de parapolítica, la definición del caso de Luis Alfredo Ramos, la investigación contra ‘Jesús Santrich’ por narcotráfico y las definiciones, entre otros, de los procesos contra Álvaro Uribe y lo que falta sobre Odebrecht y el cartel de la toga hubieran quedado en ceros.
No deje de leer: Video: La ‘peinada’ de Rigoberto Urán a periodista por pregunta cliché
Publicidad
El otro punto controvertido es el que, según el gobierno, en la práctica, acababa con el DANE, pues no hay una norma posterior a la que se pretendía derogar que pudiera sustentar la creación del Departamento Nacional de Estadísticas.
Ahora, tras esta objeción presidencial, la segunda luego del episodio de la ley estatutaria de la JEP, el Congreso de la República definirá el futuro de esta norma.
Escuche aquí la editorial de Ricardo Ospina en Mañanas BLU:
Publicidad