Operación Bastón, ‘tatequieto’ a la corrupción en las FF.AA.: opinión de Ricardo Ospina
La sal no puede corromperse, por eso es urgente que la Fiscalía y el Ministerio de Defensa aceleren las investigaciones.
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En época de escándalos de espionaje por parte de inteligencia del Ejército contra periodistas, políticos e incluso contra personas del círculo cercano del presidente Iván Duque, comenzó a agitarse una supuesta división en las Fuerzas Armadas por motivos políticos o ideológicos relacionados con el acuerdo de paz con las Farc.
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La verdad es que esa división pareciera estar ocasionada por graves casos de corrupción en el Ejército Nacional que pudieron llevar a que se conformaran dos bandos de altos oficiales activos y en retiro que comenzaron a hacer denuncias muy serias de posibles sobrecostos en contratación y otras irregularidades.
En medio de esa pelea, la opinión pública conoció en los últimos días la existencia de la Operación Bastón, un ambicioso plan de contrainteligencia que comenzó en 2017 y que ha llevado a encontrar, según la revista Semana, que 16 generales, 128 oficiales, 122 oficiales y 35 civiles podrían tener relación con casos que van desde venta de información a las Farc y a las disidencias, pasando por la venta de explosivos para minería ilegal y nexos con el Clan del Golfo, hasta la venta de salvoconductos para “narcos” y sicarios de la Oficina de Envigado.
Incluso, según Semana, se logró identificar a un general, ya retirado, que hizo negocios ilegales con ganaderos de dudosa reputación como el presunto mafioso José Guillermo el “Ñeñe” Hernández.
De acuerdo con la revista, el trabajo que venían adelantando los oficiales y otros militares en la Operación Bastón sufrió un “frenazo” durante la comandancia del Ejército del general Nicacio Martínez, quien designó al muy cuestionado general Eduardo Quiroz como jefe de contrainteligencia.
En los últimos días, el Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo reveló que los trabajos de Bastón son legales y constitucionales y que además de continuar, han permitido hasta ahora la judicialización de 13 personas y la toma de 38 decisiones administrativas.
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La sal no puede corromperse, por eso es urgente que la Fiscalía y el Ministerio de Defensa aceleren las investigaciones con base en la muy delicada información contenida en la Operación Bastón y le informen al país hasta dónde llegó la corrupción en las Fuerzas Militares.
Escuche la opinión y el análisis de Ricardo Ospina en Mañanas BLU:
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