Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Violencia vicaria: reflexión sobre el caso del papá que asesinó a su hijo en Melgar

En este tipo de violencia, el maltrato se ejerce a un tercero para causarle dolor a alguien más, claramente este tercero debe ser importante para la persona que se quiere afectar.

alberto linero .jpg
Alberto Linero
Foto: Alberto Linero

Ayer,frente al horrible caso de la muerte de Gabriel, un niño de 5 años que fue asesinado por su padre para dañar a su expareja, o sea a la madre del niño, aprendí un nuevo concepto, este es el de la violencia vicaria.

La verdad no lo conocía, y una vez que escuché el término aquí en la mesa, empecé a investigarlo. Obviamente este viene del latín vicarius, que significa suplente. Es decir, en este tipo de violencia, el maltrato se ejerce a un tercero para causarle dolor a alguien más, claramente este tercero debe ser importante para la persona que se quiere afectar.

Tengo claro que, tristemente, no se trata solamente de un aprendizaje académico, o de conocer un nuevo concepto, sino que tiene que ver con una de las realidades más fuertes de la violencia de género, y que en Colombia sucede mucho, esto es, el cómo muchas exparejas usan a sus hijos para infringir dolor al otro. Esto no solo expresa insania mental, sino también la incapacidad de resolución de conflictos, y la mala gestión de las propias emociones.

Ningún niño tiene derecho a sufrir por las consecuencias de los adultos y las formas en las que se ha terminado una relación. No sé qué puede pasar por la cabeza de un papá para hacer este tipo de actos, lo que sí sé es que de ninguna manera puede ser justificado. Es injusto que, por una discusión, o por una mala gestión de las relaciones, sean los menores los que queden en medio y los que tengan que pagar los platos rotos.

Publicidad

Necesitamos entender que los conflictos no se pueden resolver desde la violencia, ni mucho menos afectando a terceros que son inocentes. Para esto es necesario gestionar las emociones de la mejor manera, porque en un momento de ira irracional, se terminan cometiendo estos actos que no solo son monstruosos, sino que merecen todo el peso de la ley. Una sociedad que ve morir a un niño tan pequeño a mano de su padre necesita reevaluar sus prioridades y trabajar por ser más sana.

Publicidad

  • Publicidad