
El pasado martes, el presidente Gustavo Petro convocó a un consejo de ministros que fue transmitido en vivo y que, como era de esperarse, generó una gran controversia en la opinión pública. En esta ocasión, los partidos de oposición, tales como Cambio Radical, Centro Democrático y Verde Oxígeno, hicieron uso de su derecho a réplica, ofreciendo una visión crítica sobre el contenido del encuentro y destacando los problemas que, según ellos, el Gobierno de Petro ha ignorado durante su gestión.
Uno de los puntos más destacados fue la intervención del representante del Centro Democrático Andrés Forero, quien expresó su rechazo por la falta de atención a las coyunturas actuales del país. Forero fue especialmente crítico con el hecho de que el Gobierno no hubiera abordado la crisis de seguridad, la economía ni la situación de los desplazados en el país. En cambio, según su opinión, el consejo de ministros se centró en temas como la figura de Gabriel García Márquez, su obra ‘Cien años de soledad’. “No tiene presentación que mientras el país vive un estado de conmoción interior y una crisis de más de 50.000 desplazados, en el consejo de ministros de casi 6 horas se haya hablado más de “García Márquez”, declaró el representante Forero, evidenciando su malestar con la falta de acciones concretas ante los problemas nacionales.
En cuanto a la seguridad, destacaron cifras alarmantes que, según ellos, demuestran el grave deterioro de la situación en el país. Más de 200 masacres y 370 líderes sociales asesinados son algunas de las cifras que han marcado la agenda del Gobierno en los últimos tiempos; sin embargo, durante el consejo de ministros no se dieron respuestas claras ni soluciones eficaces para mitigar estos flagelos. Además, se denunció el aumento de la presencia de grupos armados ilegales en diversas zonas del país. Según los datos proporcionados por los opositores, el Clan del Golfo está presente en 392 municipios, el ELN en 232 y los disidentes de las Farc en 299.
La representante de Cambio Radical Lina Garrido también se pronunció sobre el tema de la seguridad y las relaciones internacionales del país. Aseguró que era gravísimo que el Gobierno de Petro intentara confrontar a Estados Unidos, el principal aliado de Colombia, así como a Israel, países que han brindado apoyo en la lucha contra los grupos narcotraficantes y los actores armados ilegales en el país. En su discurso, Garrido advirtió sobre la cercanía del ministro de Defensa con figuras claves del régimen de Nicolás Maduro, como Diosdado Cabello y Padrino López, quienes, según ella, están solicitados por la Corte de EE. UU. por narcotráfico y a quienes se les han impuesto millonarias recompensas por sus crímenes.
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Por otro lado, la representante de Cambio Radical Carolina Arbeláez también fue dura en sus críticas hacia el Gobierno, señalando la contradicción de la vicepresidenta Francia Márquez al hablar de la decepción que sentía respecto al gobierno que ella misma defendía. Para Arbelaéz, la actitud de Márquez evidenciaba una desconexión con los compromisos políticos que ella misma había asumido durante la campaña presidencial.
Una de las críticas más contundentes fue la que ofreció el senador Carlos Motoa, quien señaló que el problema central del Gobierno de Petro no radica en los cambios de gabinete ni en la falta de recursos, sino en el propio presidente. “El problema no son las herramientas, el problema es el jefe de la obra”, manifestó Motoa, sugiriendo que Petro aún no ha definido un rumbo claro para su administración. El senador hizo referencia a la fractura interna dentro del gabinete, donde ministros se enfrentan públicamente, y a la falta de enfoque en los problemas urgentes del país, lo que ha creado una atmósfera de inestabilidad política.
La respuesta de la oposición, en definitiva, fue una muestra de la creciente insatisfacción con la forma en que el gobierno de Gustavo Petro está gestionando los asuntos del país para estos partidos. En sus intervenciones, los miembros de Cambio Radical, Centro Democrático y Verde Oxígeno coincidieron en señalar la necesidad urgente de que el gobierno se enfoque en abordar la crisis de seguridad, la economía y los derechos humanos en Colombia. Para ellos, la gestión de Petro se ha visto empañada por una serie de decisiones erráticas y por la falta de coherencia entre sus declaraciones y las acciones concretas de su Gobierno.