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Tras la aprobación de la reforma laboral en su cuarto debate en la plenaria del Senado, a la iniciativa le hace falta un paso para pasar a la sanción de la ley por parte del presidente Petro y la entrada en vigencia: la conciliación entre los textos aprobados por la Cámara de Representantes y el Senado.
Luego de la designación de los dos representantes conciliadores, María Fernanda Carrascal (Pacto Histórico) y Juan Camilo Londoño (Alianza Verde), el martes 17 de junio se designaron a los congresistas Carlos Abraham Jiménez (Cambio Radical) y Samy Merheg (Partido Conservador) como conciliadores por parte del Senado.
Al ser designados, el senador Jiménez aseguró que, aunque no estaba de acuerdo con el contenido del texto, ante la responsabilidad designada por la mesa directiva de conciliar los textos, lo harían con una condición: acoger el texto aprobado por el Senado el pasado martes.
“Sabemos que esta reforma va a generar más desempleo, pero sobre todo informalidad. A los jóvenes de entre 28 y 18 años les va a bloquear mucho la capacidad para poder adquirir empleo. Entendemos que ya no podemos hablar de votar negativo y se tiene que acoger el texto de Cámara o del Senado. Nosotros hemos venido hablando con el presidente del Senado que asumimos este papel solo con una condición: de que se aprobara el texto tal como fue en el Senado. Si ya los representantes de la Cámara se ven irracionales, pues serán ellos, con el Gobierno, quienes hundieron esta reforma laboral”, aseguró el senador de Cambio Radical.
La gran incógnita frente a este condicionamiento era si el Gobierno y la bancada del Pacto Histórico lo iban a aceptar, ya que ellos habían dejado claro que solo consideraban una reforma progresista lo que se aprobó en Cámara o que mejorara esos artículos.
Sin embargo, la representante Carrascal dio buenas noticias al confirmar que aceptaban la condición de los senadores conciliadores por el avance que representaba lo acordado en el Senado.
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“Teniendo en cuenta que el Senado ha acogido, en buena parte, más del 85 % del texto que concertamos durante dos años; gracias a que esto fue posible y a que se revirtieron artículos que eran muy regresivos, pues nos vamos a acoger al texto del Senado, porque consideramos que, además, mejora algunos de los puntos de la reforma. Esta es una reforma que no es regresiva, que es progresiva, y por eso hemos decidido tomar este camino”, sostuvo la representante de la bancada de Gobierno.
A lo largo de la noche de este miércoles y todo el jueves, los conciliadores prepararán el informe de conciliación, el cual deberá ser anunciado este jueves por las plenarias de las dos corporaciones, para que pueda ser votado en las horas de la mañana de este viernes 20 de junio, último día de la legislatura.
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