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Aunque ya cesaron los combates entre el Ejército Nacional y el Clan del Golfo en zona rural de Segovia, Antioquia, el temor sigue latente entre los habitantes de las veredas Las Manuelas, El Aguacate y Altos de Manila, donde en la actualidad hay, por lo menos, 800 personas confinadas.
El temor es tal que un habitante de Altos de Manila relató lo siguiente:
"Tenemos una cancha en la que la gente, en otros tiempos, jugaba. Ahora está sola, todo por culpa de la incursión del Clan del Golfo."
Pero el confinamiento se debe, no solo a los recientes combates entre el Ejército y el Clan del Golfo, sino también a la constante disputa por el territorio entre este grupo con las disidencias de las Farc y el ELN.
Lo preocupante, advierte Carlos Morales, representante legal de Cahucopana, es que "el Clan del Golfo restringió desde hace dos meses el ingreso de gas propano, acpm y gasolina a estas comunidades."
En respuesta, las fuerzas militares han desplegado a 350 soldados en el territorio, sin embargo, para el alcalde de esta localidad, Edwin Castañeda, no es la solución, pues "el Ejército no podrá mantenerse allá y, en la medida que vuelvan a salir, estos grupos van a volver a ingresar con propuestas y con toda la institucionalidad".
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Desde la Alcaldía de Segovia también han informado que 100 campesinos, que salieron desplazados, están siendo atendidos en el casco urbano.
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