La Mesa Ambiental de Jericó defendió el proyecto de MinAmbiente que busca declarar zona de reserva temporal en más de 37.000 hectáreas del Suroeste antioqueño. Manifestaron que busca proteger el agua en esta zona de explotación mineraexplotación minera y vieron con buenos ojos el nuevo plazo fijado por la Procuraduría.
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De no ser por la prórroga de 30 días hábiles que le pidió la Procuraduría al Ministerio de Medio Ambiente, este viernes 7 de marzo se vencía el plazo para la presentación de comentarios al proyecto de resolución "por la cual se declara una zona de reserva de recursos naturales renovables de carácter temporal en los municipios de Jericó, Támesis, Valparaíso, Santa Bárbara, Fredonia y La Pintada, del Suroeste antioqueño".
Aunque por lo menos cuatro exalcaldes del municipio de Jericó manifestaron que le ha faltado socialización a esta medida de la saliente ministra Susana Muhamad, la Mesa Ambiental de esa localidad manifestó que protege el agua, organizando las áreas destinadas para la minería y diferenciando las que son para la conservación de la naturaleza, como lo determinó el Consejo de Estado en agosto de 2022.
“Es una medida legal que está en dirección de lo que las comunidades campesinas, no solamente del suroeste, sino de Colombia. Venimos solicitándole al Gobierno y se trata de proteger, no solamente el agua y la naturaleza, sino una tradición productiva y cultural como es la actividad campesina”, resaltó Fernando Jaramillo, coordinador de este espacio.
Según la Procuraduría, el ampliar este plazo brinda “una participación más informada de las comunidades, sectores productivos y organizaciones ambientales, garantizando un análisis detallado y su impacto en el territorio”, aunque de ellos se viene hablando al respecto, según Jaramillo, se viene hablando por lo menos desde el 2023.
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“Es una delimitación que obedece a los estudios previos que tenía Cora Antioquia para determinar la existencia del acueducto de la pintada del paraíso y la determinación que se ha hecho que muestran que la recarga para ese acueducto ocurre en las montañas de acá de Jericó, Támesis y Valparaíso igual que la ladera de Santa Bárbara”, agregó.
Esta reserva temporal ocuparía 37.000 hectáreas, buscando proteger el bosque seco tropical que está adherente al río Cauca, pero que además depende del agua subterránea y siete cuencas abastecedoras, explicó en su momento la exministra. De esta agua subterránea, de acuerdo con estudios de la Universidad de Antioquia, dependen 10.000 habitantes rurales de toda esta área, que tiene 50% de su suelo como vocación forestal y 30% de su suelo como vocación agrícola.
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A la par, se aclaró que la medida “no afecta a propietarios que ya tengan título minero, licencia ambiental y plan de trabajo y obras aprobados, ellos podrán continuar con su trabajo. Tampoco afecta la actividad agrícola ni otras actividades económicas”.
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