Cuando se desplazaba en un vehículo particular junto a uno de sus familiares, Said Trujillo Carvajal, integrante del grupo de escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), fue obligado a bajar del automotor por varios hombres armados que lo interceptaron en el corregimiento de las Chircas en la vía que comunica a Ocaña con el municipio de San Calixto en el Catatumbo, Norte de Santander.
Tras conocer su identidad y el oficio que desempeña, se lo llevaron con rumbo desconocido y le indicaron a su familiar que diera aviso de su retención. Aunque los hombres armados no se identificaron, las autoridades dan cuenta que en ese lugar hay presencia de la guerrilla del ELN y las disidencias de las Farc, sin embargo nadie se ha atribuido este caso.
Integrantes del sindicato de quienes laboran como escoltas en Norte de Santander se encuentran sumamente preocupados, pues en los últimos meses son varios los casos que se han registrado en distintas poblaciones del Catatumbo. Varios de sus integrantes han sido secuestrados o víctimas de hurto de las armas de dotación y los chalecos. Por eso han pedido a los actores armados que los aparten del conflicto y les permitan desempeñar sus funciones con las personas protegidas.
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