En medio de crecientes quejas por ruido en zonas de alta actividad nocturna, la Alcaldía de Bucaramanga, a través de la Secretaría de Salud y Ambiente, llevó a cabo un operativo de control del sonido en la conocida Zona Rosa.
Como resultado, dos establecimientos fueron sellados por exceder los límites máximos permitidos de presión sonora, según lo establece la Resolución 627 de 2006.
Durante la jornada, el equipo técnico de la Subsecretaría de Ambiente midió los niveles de decibeles en distintos horarios. Un establecimiento fue sorprendido superando los 70 decibeles en horario diurno, mientras otro alcanzó más de 60 decibeles en la noche, ambos por encima de los valores legalmente permitidos para zonas residenciales y comerciales.
Como medida inmediata, las autoridades impusieron sellamientos parciales a los locales implicados, indicando la suspensión temporal de sus actividades hasta que se cumplan las condiciones establecidas por ley para mitigar el impacto acústico.
“El ruido excesivo afecta el descanso, la salud mental y la calidad de vida de los ciudadanos. Estos operativos buscan preservar un ambiente sonoro saludable en sectores de alta afluencia”, señaló la Secretaría de Salud y Ambiente en el comunicado oficial.
La administración local hizo un llamado a los propietarios de bares, restaurantes y demás establecimientos comerciales para que adopten soluciones como barreras acústicas, insonorización y control en el volumen de la música, a fin de cumplir con la normativa vigente y evitar sanciones.
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